La Brigada de Homicidios (BH) de la PDI ha iniciado una exhaustiva investigación sobre la muerte de una mujer chilena de 38 años durante un procederimeinto quirúrgico en la Clínica Médica Almirante Pastene, ubicada en Providencia, región Metropolitana. Este incidente ha llevado a la Seremi de Salud RM a decidir la clausura inmediata del establecimiento por múltiples razones de grave preocupación.

El fiscal de flagrancia, Feliz Rojas, de la Fiscalía Metropolitana Oriente, se trasladó al lugar de los hechos para supervisar la situación. Según informes, la mujer había ingresado a la clínica para someterse a dos procedimientos estéticos: una lipoescultura y una intervención adicional.

Desafortunadamente, poco después de iniciar la cirugía, la paciente sufrió una descompensación que resultó en su fallecimiento. Actualmente, la Policía de Investigaciones (PDI) está trabajando para determinar las causas exactas de esta tragedia.

El comisario Ricardo Acuña de la BH enfatizó que la muerte ocurrió en plena cirugía estética y se están recopilando pruebas para investigar una posible negligencia médica. El equipo médico que estaba a cargo del procedimiento ha sido llamado a declarar como testigos, al igual que los familiares.

“No hay personas detenidas por el momento. Nuestro objetivo es reunir todos los antecedentes y presentarlos a la Fiscalía. A raíz de esto, procederemos con una orden de investigar para seguir adelante con las diligencias”, informó el comisario Acuña.

Motivos de la clausura de la clínica tras esta tragedia

El Seremi de Salud RM, Gonzalo Soto, expresó su pesar por la muerte de la paciente y especificó las razones detrás de la clausura del centro estético que se llevaría a cabo durante el transcurso del jueves.

“Una vez que el fiscal determine todas las diligencias pertinentes, se procederá a la clausura,” comentó Soto.

El Seremi de Salud destacó principalmente tres motivos que llevaron a esta decisión. Primero, la indagación acerca de la “activación del protocolo de traslado” que no se implementó en ese crítico momento de emergencia que vivió la paciente fallecida.

Además, aunque el personal médico estaba autorizado para realizar su labor, Soto subrayó que “en situaciones como esta, es obligatorio reportar a la autoridad sanitaria la naturaleza del procedimiento", una medida que no se cumplió adecuadamente.

El tercer motivo que se considera grave es el hecho de que, durante la fiscalización, debería haber estado presente un “director técnico”, algo que no ocurrió en este caso, lo cual representa un riesgo inminente para la seguridad de los pacientes.

“Frente a todos estos aspectos, la decisión de clausurar la clínica se vuelve inevitable, dada la gravedad de la situación”, concluyó el Seremi de Salud, evidenciando el compromiso con la seguridad sanitaria de la población frente a este tipo de incidentes alarmantes.