El renombrado boxeador ucraniano Oleksandr Usyk, actual campeón mundial, fue sorprendentemente detenido en el aeropuerto de Cracovia, Polonia, en un incidente que ha suscitado la intervención del gobierno ucraniano, bajo las órdenes del presidente Volodímir Zelenski.

El suceso ocurrió el 17 de septiembre, y aunque las razones de la detención aún permanecen poco claras, Usyk ha calificado el episodio como un "malentendido". En un mensaje a través de sus redes sociales, expresó su gratitud hacia los diplomáticos ucranianos y manifestó su respeto hacia las fuerzas policiales de Polonia.

"Amigos, todo está bien. Hubo un malentendido que fue resuelto rápidamente. Gracias a todos los que se preocuparon. Aprecio el apoyo de nuestros diplomáticos", escribió el campeón tras ser liberado.

Además, se reveló que Zelenski se comunicó por teléfono con Usyk justo después de su liberación. El presidente ucraniano manifestó su decepción con la actitud de las autoridades polacas y solicitó a su gobierno que investigue las circunstancias alrededor del incidente, lo que ha avivado aún más la tensión diplomática.

Las versiones indican que Usyk fue detenido por un comportamiento que las autoridades polacas consideraron inapropiado, lo que derivó en su esposamiento tras un altercado relacionado con el embarque de un compañero de viaje, quien fue negado de abordar su vuelo. El boxeador, de 37 años, planeaba volar a Tesalónica, Grecia, desde Cracovia en un vuelo de la aerolínea polaca Buzz, una filial de Ryanair.

Cabe destacar que Usyk hizo historia en mayo de este año al convertirse en el primer campeón indiscutido de peso pesado, al unificar los cuatro cinturones tras vencer al británico Tyson Fury en un aclamado combate que tuvo lugar en Riad, Arabia Saudita. Este incidente en Polonia ha retomado el interés sobre la vida personal y profesional del boxeador, que ya es considerado un ícono del deporte y un símbolo de resistencia en medio de la adversidad que enfrenta su país.