El pasado 20 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Felicidad, tuvo lugar el I Encuentro sobre Bienestar, un evento organizado por IEPP y Metrodora Education, que reunió a expertos en psicología positiva, educación y desarrollo emocional. La jornada, titulada "La felicidad se multiplica cuando se comparte", se convirtió en una plataforma para discutir la importancia del bienestar emocional y la gestión de emociones en nuestra vida diaria.

Mara Jiménez, carismática presentadora del encuentro, abrió el evento destacando que "la felicidad es bienestar" y que su esencia se expande cuando se comparte. A lo largo de la jornada, se reflexionó sobre cómo el aprendizaje y la educación pueden jugar un papel clave en el desarrollo emocional, no solo de los niños, sino también de los educadores.

La fundadora del IEPP, Dafne Cataluña, ofreció una profunda revisión de la historia de la psicología positiva. Hizo hincapié en la complejidad de la felicidad, sugiriendo que su medición es subjetiva y varía de persona a persona. Según su análisis, la felicidad en España ha fluctuado en los últimos años, pasando del puesto 22 en 2012 al 36 en 2024, lo que subraya la necesidad de abordar el creciente malestar psicológico entre la población, especialmente entre los jóvenes.

El evento abordó temas críticos como el aumento de trastornos de ansiedad y depresión, y destacó la importancia de enseñar a gestionar emociones desde una edad temprana. Cataluña propuso que los colegios deben incluir programas que enseñen a los estudiantes a desarrollar su propio criterio y a centrarse en las relaciones interpersonales, alejándose de la cultura de la inmediatez y la gratificación instantánea.

En otra intervención, Jesús Matos exploró cómo la historia evolutiva de la humanidad y nuestras emociones han estado interrelacionadas. Ella advirtió sobre la soledad no deseada que enfrenta cada vez más gente en la actualidad, especialmente entre los jóvenes, y cómo esto puede impactar negativamente en la salud mental y física.

La jornada finalizó con una mesa redonda centrada en la búsqueda del bienestar en un mundo acelerado. Myriam Arenillas, psicóloga clínica, enfatizó la responsabilidad individual que tenemos para buscar nuestro propio bienestar. Asimismo, Paloma Jover, experta en educación, subrayó la necesidad de crear un espacio en las escuelas para la educación emocional y el bienestar, sugiriendo que los docentes también deben cuidar de su propia salud mental para poder apoyar a sus alumnos de manera efectiva.

Este encuentro no solo se centró en las estrategias para mejorar la felicidad y el bienestar en el ámbito educativo y personal, sino que también subrayó la importancia de la conexión humana. En un mundo donde estamos cada vez más aislados, se hace esencial fomentar la empatía y la comunicación efectiva para mejorar nuestra calidad de vida y la de quienes nos rodean. La invitación es clara: abramos nuestras compuertas emocionales y construyamos espacios donde todos puedan compartir su felicidad.