Recientemente, la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada celebró un acto conmemorativo para rendir homenaje a las pioneras que fueron las primeras alumnas de esta prestigiosa institución. Este evento no solo marca un hito en la historia de la educación superior en España, sino que también invita a la reflexión sobre el papel crucial que las mujeres han desempeñado en la medicina a lo largo de los años.

Durante el acto, se llevaron a cabo diversas actividades que resaltaron las contribuciones de estas mujeres valientes que abrieron caminos en un campo que históricamente había estado dominado por hombres. Las intervenciones de destacadas figuras académicas y profesionales de la salud enfatizaron cómo la presencia femenina ha transformado y enriquecido la práctica médica, y cómo sus legados continúan inspirando a nuevas generaciones.

Una de las alumnas homenajeadas, María González, quien se graduó en 1970, compartió su experiencia personal y los desafíos que enfrentó al ser una de las pocas mujeres en su promoción. Su relato resonó entre los presentes, recordando la lucha por la igualdad de género en el ámbito académico y profesional.

El evento también incluyó una exposición fotográfica que retrataba a las alumnas de años anteriores y brindó un espacio para que okupas y exalumnos compartieran sus historias. Este homenaje no solo es un reconocimiento a las primeras mujeres en la medicina, sino una llamada a la acción para seguir abriendo puertas y promoviendo la igualdad en la educación y el servicio de salud.

Con más de un siglo de historia, la Facultad de Medicina de Granada ha tenido un papel pivotal en la formación de profesionales de la salud. Actualmente, aproximadamente el 60% de los estudiantes de medicina son mujeres, un testimonio del avance significativo en el acceso y la inclusión en esta profesión. Sin embargo, el camino hacia la igualdad plena aún continúa.

Este acto no solo honró a las pioneras sino que también lanzó un mensaje claro: el legado de estas alumnas es un recordatorio de que todavía queda terreno por conquistar en la lucha por la equidad de género en todos los campos, incluyendo el de la medicina.