El Gobierno de Israel ha dado luz verde a un acuerdo decisivo de alto al fuego con el movimiento islamista Hamás, lo que promete traer un respiro tras meses de escaladas violentas en la Franja de Gaza. Este pacto permitirá el cese temporal de las hostilidades y la liberación de algunas de las decenas de rehenes que han sido retenidos desde los dramáticos ataques de las milicias palestinas el 7 de octubre de 2023.

Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, anunció en Twitter que el acuerdo establece un calendario de liberación para los secuestrados, que comenzará el próximo 19 de enero de 2025.

La decisión fue tomada tras una maratónica reunión de más de siete horas entre los miembros del gabinete, donde 24 ministros votaron a favor y 8 se opusieron a la medida, según el diario The Times of Israel.

Como parte de la primera fase del acuerdo, se contempla la liberación de 737 prisioneros palestinos. El Ministerio de Justicia de Israel ha publicado una lista detallada de los nombres, que incluirá a aquellos cuya liberación se anunciará antes del domingo a las 16:00 (hora local).

Sin embargo, la aprobación no fue sencilla. Ministros como el de Educación, Yoav Kisch, se han manifestado a favor del acuerdo, priorizando la vida de rehenes por encima de los costos morales del mismo, mientras que el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, han expresado su rechazo, sugiriendo que el pacto podría ser una capitulación frente a Hamás.

En este nuevo acuerdo mediado por Estados Unidos y Catar, se estima que se liberarán 33 rehenes a cambio de los presos palestinos. Este intercambio es parte de un plan más ambicioso, que se desarrollará en tres fases. La primera fase, que durará 42 días, no solo asegurará el alto el fuego, sino que también permitirá la retirada de las tropas israelíes y la mencionada liberación de los rehenes.

La segunda fase del acuerdo se centrará en la distribución de ayuda humanitaria en un Gaza severamente afectada por el conflicto. Se espera la reparación de instalaciones de salud y permitir la entrada de suministros y combustible al enclave.

Las negociaciones para llegar a este acuerdo han sido largas y complejas, con múltiples actores internacionales involucrados. Mientras se desarrolla esta situación, la comunidad internacional observa con cautela, esperando que este alto al fuego pueda sentar las bases para una paz duradera entre las partes.