"Gol en contra": el error táctico que enfrentaría EE.UU al dejar la OMS con el regreso de Trump
2025-01-14
Autor: Mateo
En una jugada considerada perjudicial para todas las partes implicadas, Donald Trump ha manifestado su intención de retirar a Estados Unidos (EE.UU) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tan pronto asuma nuevamente la presidencia el 20 de enero.
Este no es un movimiento nuevo para Trump; de hecho, ya intentó esta retirada en julio de 2020 durante su primer mandato. Sin embargo, debido a disposiciones del Congreso que requieren un aviso de un año y la regularización de pagos pendientes, no fue posible. Ahora, con un nuevo intento por parte de Trump, la situación se presenta con menos obstáculos administrativoss que antes.
EE.UU: El mayor aportante a la OMS
La salida de EE.UU de la OMS significaría un golpe devastador a su presupuesto y a su funcionalidad para coordinar programas y políticas de salud pública internacional. Como principal donante, EE.UU contribuye con cerca del 25% del total del financiamiento. Por ejemplo, en el ciclo actual, ha aportado casi 1.000 millones de dólares, superando las contribuciones de países como China, Japón y Alemania. Además, muchas de las aportaciones que recibe la OMS son voluntarias, procedentes de donantes tanto gubernamentales como no gubernamentales, siendo la Fundación Bill y Melinda Gates el segundo mayor contribuyente.
Sin embargo, más del 70% del presupuesto total de la OMS proviene de contribuciones específicas, lo que resulta en una dependencia significativa de la organización hacia estos donantes. Gian Luca Burci, exabogado de la OMS, indica que este modelo puede ser problemático para su funcionamiento, ya que los donantes imponen muchas condiciones.
Las repercusiones de una retirada de EE.UU
La tensión entre la OMS y Trump escaló durante 2020, cuando el ex-presidente acusó a la organización de estar al servicio de China durante la pandemia de COVID-19. Lawrence Gostin, profesor de Derecho Sanitario Mundial en la Universidad de Georgetown, sostiene que un movimiento para abandonar la OMS sería un "gol en contra" para EE.UU, y podría comprometer la influencia estadounidense a nivel global, ofreciendo oportunidades a rivales como China y Rusia, así como a bloques emergentes como los BRICS.
La salida de EE.UU de la OMS no solo afectaría la capacidad de esta organización, sino que también pondría en riesgo la salud pública estadounidense. Gostin advierte que enfrentar brotes de enfermedades se volvería más complicado, dado que la colaboración internacional es clave para contener la propagación de patógenos. "Aislarse de la comunidad sanitaria mundial solo empeoraría las cosas para EE.UU," afirma.
Gian Luca Burci también subraya que dejar la OMS podría traicionar los intereses de seguridad nacional del país, ya que hay temas de salud emergentes que trascienden las fronteras y requieren de un esfuerzo conjunto para su control.
Un llamado a la colaboración
En vez de optar por la retirada, Gostin sugiere que Trump debería trabajar para reforzar el papel de EE.UU en la OMS y en el sistema sanitario global. Potenciar la organización, haciéndola más eficiente y responsable, podría resultar beneficioso tanto para EE.UU como para el resto del mundo. Dada la creciente interdependencia global en temas de salud, el costo de no actuar en conjunto podría ser mucho más alto que cualquier beneficio que se obtuviera de un aislamiento.
Es importante mencionar que la OMS ha sido crítica en su respuesta a situaciones de emergencia sanitaria, y su capacidad de respuesta ha sido puesta a prueba durante la pandemia de COVID-19. Dejar la OMS podría significar que EE.UU pierde la oportunidad de influir en políticas globales fundamentales para la salud pública y la seguridad sanitaria. Además, la OMS sigue jugando un papel crucial en la investigación de enfermedades y la distribución de vacunas a nations en desarrollo, lo que podría verse comprometido sin el liderazgo y apoyo financiero de EE.UU.