En una reciente entrevista, Jaime Gazmuri, exembajador de Chile en Venezuela, abordó la compleja situación en el país caribeño, especialmente en el contexto del caso Ronald Ojeda. Este caso ha revelado preocupantes vínculos con el crimen organizado y el régimen de Nicolás Maduro.

Gazmuri subrayó que la investigación está siendo influenciada por la intervención del fiscal venezolano, Héctor Barros, quien ha planteado la posibilidad de un trasfondo político en el caso. Además, un testigo ha relacionado el secuestro y asesinato de Ojeda con Diosdado Cabello, el poderoso ministro del Interior del régimen.

Desde el Gobierno de Chile, se ha dejado claro que todos los elementos del caso serán considerados, incluyendo la opción de llevar el asunto al Tribunal Penal Internacional, dependiendo de los hallazgos de la investigación.

En su diálogo con Radio Pauta, Gazmuri expresó su esperanza de que se realicen imputaciones concretas, señalando que los vinculados al crimen provienen del Tren de Aragua, una de las organizaciones criminales más peligrosas de la región.

Gazmuri también mencionó la reciente solicitud de extradición por parte del fiscal Saab, afirmando que su postura es negativa hacia esta petición debido a la falta de un tratado de extradición entre Chile y Venezuela. Además, criticó el sistema judicial venezolano, describiéndolo como uno que no garantiza el debido proceso, especialmente para aquellos que se encuentran en el ámbito político o en situaciones de denuncia de derechos humanos.

Sobre la seguridad en Venezuela, Gazmuri comentó que, aunque Caracas ha enfrentado históricamente serios problemas de crimen y desórdenes públicos, ha habido mejoras significativas en los últimos años. "Caracas es más segura que Santiago, salvo que uno sea opositor", enfatizó, reflejando su perspectiva sobre la situación actual de la capital venezolana.

Finalmente, al ser cuestionado sobre la relevancia de mantener relaciones diplomáticas con Venezuela, Gazmuri argumentó que Chile tiene una tradición de no romper relaciones con ningún estado, independientemente de las circunstancias políticas, lo que subraya la importancia de mantener el diálogo por el bien de la diplomacia y las buenas relaciones internacionales.