Morris Bradshaw, receptor del legendario equipo de los Raiders, ha fallecido a la edad de 72 años, como confirmó el club en un comunicado oficial. Bradshaw, quien brilló en dos Super Bowls (XI y XV), dejó una huella imborrable en la historia del fútbol americano.

La familia de los Raiders expresó su dolor: “Con profunda tristeza lamentamos la pérdida de Morris Bradshaw, un exjugador, administrador y un querido amigo para toda la nación Raider. Nuestras oraciones y más sinceras condolencias están con su familia, compañeros de equipo y amigos en este momento tan difícil.”

Originario de Highland, Illinois, nacido el 29 de octubre de 1952, Bradshaw fue seleccionado en la cuarta ronda del Draft de 1974 por los Raiders, donde se forjó una carrera excepcional, manteniéndose en el equipo hasta 1981. Durante su tiempo en la NFL, fue parte de las intensas rivalidades de los Raiders con los Pittsburgh Steelers, que definieron la década de los 70 y principios de los 80.

En total, a lo largo de nueve temporadas, jugó en más de 100 partidos, acumulando 90 recepciones para 1,416 yardas y anotando 12 veces. La última campaña de su carrera la disputó en 1982 con los New England Patriots.

Tras su retiro en 1989, Bradshaw no se alejó del deporte, regresando a los Raiders como administrador, donde trabajó durante tres décadas, haciendo contribuciones significativas al desarrollo del equipo y guiando a nuevas generaciones de jugadores.

Los Raiders, ahora basados en Las Vegas, recordaron su impacto tanto en el campo como en la oficina, destacando su trayectoria desde su selección en el Draft hasta su papel como mentor y amigo. Con una carrera que abarcó más de 30 años, la influencia de Bradshaw transcenderá el tiempo, siendo un verdadero ícono para las futuras generaciones.

No cabe duda de que su legado vivirá entre los fanáticos y jugadores, quienes lo recordarán como un símbolo de perseverancia y dedicación en el fútbol americano.