Este jueves 19 de diciembre, el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico dio a conocer el triste fallecimiento de la Dra. Ana Judith Román García, quien hizo historia al convertirse en la primera neuróloga de Puerto Rico. Hasta el momento, no se ha revelado la causa de su deceso.

A lo largo de su ilustre carrera, la Dra. Román no solo se destacó por su excepcional desempeño como neuróloga, sino también por su firme compromiso de humanizar la práctica médica, enfatizando que cada paciente es mucho más que un simple caso clínico. Su enfoque compasivo y su dedicación a la atención centrada en el paciente la convirtieron en un referente en el campo de la neurología.

Un cambio de rumbo inspirador

Inicialmente, la Dra. Román no tenía la intención de dedicarse a la medicina. Sin embargo, el inspirador ejemplo de su madre la llevó a apreciar el valor de la educación y la superación personal desde joven. Su madre jugó un rol fundamental, motivándola siempre a aprender y explorar nuevos horizontes. "Mi madre siempre buscaba oportunidades para estimularme a aprender algo diferente", solía decir en entrevistas.

Legado de superación y dedicación

Desde sus humildes comienzos en Río Piedras hasta su avanzada formación en Europa y Estados Unidos, la trayectoria académica de la Dra. Román es un testimonio de su perseverancia. A pesar de numerosos retos, su contribución al progreso de la medicina en Puerto Rico es invaluable. En los últimos años, continuó siendo una fuente de inspiración y sabiduría para los estudiantes de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, dejando una huella imborrable en cada uno de ellos.

La Dra. Román también mantuvo una basta presencia en el ámbito académico y científico, participando en conferencias y eventos, donde compartió su vasto conocimiento y experiencias. Su pasión por la enseñanza y su excepcional compromiso con el servicio médico la mantuvieron activa hasta sus últimos días.

Impacto en la comunidad y reconocimientos

Su legado no solo se limita al ámbito médico. La Dra. Román fue una ferviente defensora de la equidad en el acceso a la salud y trabajó incansablemente en iniciativas para mejorar la atención médica en poblaciones vulnerables. Su trabajo ha sido reconocido con múltiples premios y homenajes, consolidando su lugar en la historia de la medicina puertorriqueña.

La Dra. Ana Judith Román deja un legado imborrable en el corazón de sus colegas, pacientes y estudiantes. Que descanse en paz.