La pérdida de Joan Guinovart Cirera, fundador y exdirector del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona (IRB), deja un vacío profundo en la comunidad científica. Con sus 77 años, Guinovart ha sido una figura emblemática en el campo de la bioquímica clínica, dejando un legado que perdurará en el tiempo. La comunidad del IRB despidió a su querido líder con un emotivo mensaje que resaltaba su inteligencia, liderazgo y humanismo profundos.

Guinovart, nacido en Tarragona el 3 de julio de 1947, tuvo una carrera impresionante que incluyó numerosos reconocimientos, como la Creu de Sant Jordi en 2014. Se graduó en Química y Farmacia en la Universidad de Barcelona (UB) en 1969, se convirtió en catedrático en esa misma universidad y dirigió el IRB desde su fundación en 2005 hasta 2018. Durante ese tiempo, se convirtió en un pilar fundamental de las sociedades científicas en Europa, destacándose en la bioquímica y la biología molecular.

Desde la Universitat de Barcelona se recordó a Guinovart como un bioquímico de renombre nacional e internacional, un pionero que supo inspirar a generaciones de jóvenes investigadores. Además, su liderazgo en la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, donde fue presidente entre 1996 y 2000, solidificó su rol como un referente mundial en la bioquímica.

Aunque dejó la dirección del IRB en 2018, nunca se desvinculó de la institución a la que dedicó tanto esfuerzo y pasión. Guiado por el orgullo de ver cómo el IRB se convirtió en un referente de investigación en Catalunya, siempre promovió la idea de que la investigación en Barcelona podía competir a nivel global. Guinovart dotó al IRB de una estructura sólida y eficiente, enfatizando la importancia del trabajo colaborativo y la ambición personal: "El éxito depende de cada uno de nosotros", solía decir.

Gracias a su visión y esfuerzo, el IRB se ha consolidado como uno de los motores de la biociencia en Barcelona, estableciendo la ciudad como un poderoso polo científico en el sur de Europa. Este legado se teje con la rica historia de la ciencia catalana, conectando las tradiciones del pasado con los avances del presente, y situando a Guinovart entre los gigantes de la investigación que han definido el futuro. Sin duda, su nombre se sumará a la lista de aquellos grandes científicos que han hecho historia, como Arnau de Vilanova.