Un total impresionante de 21 lotes de bulbos de lilium (Lilium sp.), que abarcan casi 19 hectáreas, fueron meticulosamente inspeccionados en la comuna de Bulnes. Esta evaluación fue realizada por el Servicio Agrícola y Ganadero junto con inspectores del Ministerio de Agricultura, Forestal y Pesca de Japón (MAFF), como parte del programa de certificación de Productos Silvoagrícolas de Exportación para la temporada 2024-2025. Este proceso de inspección no solo asegura la calidad de los bulbos, sino que también destaca la importancia de Bulnes como la plantación más boreal del país, ideal para este cultivo que requiere horas de frío específicas.

La evaluación se llevó a cabo en las plantaciones de San Luis y San Manuel, propiedad de la reconocida empresa Mountain Bulbs. Gracias a esta inspección, se certificó que los bulbos cumplen con los estrictos requisitos fitosanitarios de Japón, asegurando que la producción local es totalmente segura para su exportación. Según el director regional del SAG Ñuble, esta vigilancia constante a lo largo del ciclo reproductivo es esencial para garantizar que los bulbos no solo estén en estado vegetativo, sino que también estén libres de las plagas cuarentenarias exigidas por los países importadores.

El mercado nacional presenta perspectivas alentadoras para la producción de bulbos florales, impulsadas por condiciones agroecológicas óptimas y una producción que se realiza durante la contraestación del hemisferio norte. Este rubro ha ido adquiriendo mayor relevancia en la región, como demuestra el registro de 206 lotes de exportación en todo el país, de los cuales 35 provienen de Ñuble. Durante la temporada 2023-2024, se logró la impresionante cifra de 7 millones 60 mil bulbos exportados, y los principales destinos fueron Japón, China, Taiwán, Vietnam y la Unión Europea.

La calidad y sanidad del material exportado son cruciales, y el trabajo de inspección es un elemento clave que fortalece la reputación fitosanitaria del país en el extranjero. En la primera fase de inspección, se verifica que las plantas madre estén libres de virus y enfermedades que podrían afectar el comercio internacional. Para ello, se muestrean las plantas y el suelo, garantizando así la ausencia de virus y nematodos. En el caso de Japón, además de la colaboración directa con el SAG, se envían inspectores que viajan al país de origen para verificar in situ la buena salud del material vegetal, asegurando que los bulbos que partirán de Bulnes hacia el mundo mantengan su alta calidad y salubridad. Este esfuerzo conjunto no solo fortalece el intercambio comercial, sino que también resalta la capacidad de Chile para competir en el exigente mercado internacional de flores.