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¿Está Irán cambiando su enfoque ante el descontento social? – Análisis profundo

2024-09-24

Irán está en medio de un acalorado debate tras las recientes declaraciones de su presidente, Masoud Pezeshkian, sobre la controversiala Policía de la Moral. Durante su primera conferencia de prensa, celebrada seis semanas después de asumir el cargo, Pezeshkian afirmó que trabajaría para frenar el acoso a las mujeres por parte de este cuerpo. "¿Le siguen acosando?", cuestionó a una periodista que había compartido su experiencia sobre las maniobras que tuvo que realizar para evitar ser detenida por la Policía de la Moral.

La respuesta de Pezeshkian ha desatado una ola de críticas no solo en las redes sociales, donde muchas mujeres iraníes, algunas utilizando sus nombres reales, expresan su indignación, sino también en los círculos políticos. Mohammad Javad Motazeri, presidente del Tribunal Supremo, no tardó en criticarlo: "La verdadera cuestión debe ser el uso inapropiado del hiyab por parte de la periodista y los valores que no deben violarse".

Mientras, el diputado conservador Abas Goodarzi advirtió al presidente sobre los peligros de tales declaraciones, indicando que resulta increíble que el presidente intente dar lecciones a la Policía de la Moral.

Desde la trágica muerte de Jina Mahsa Amini, quien falleció bajo custodia policial hace dos años, muchas mujeres han optado por no llevar el hiyab en público. Esta decisión ha sido un acto de desafío para muchas, como la periodista Elahe Khosravi, quien, en el segundo aniversario de la muerte de Amini, publicó una foto sin velo, junto con la frase: "Somos incontables".

El sociólogo Mehrdad Darvishpour, que ha estado investigando los cambios sociales en Irán, destaca que existe un fuerte movimiento feminista que ya no se puede revertir. A pesar de la opresión y las represiones masivas que se han implementado desde la muerte de Amini, las mujeres continúan su lucha diaria, desafiando el velo obligatorio y exigiendo sus derechos. Aunque las protestas masivas fueron cruelmente reprimidas, el ambiente social ha cambiado y podría reavivarse en cualquier momento.

Esta no es solo una cuestión de voluntad política del presidente, dado que la Policía de la Moral opera bajo el mando del Ministerio del Interior y su funcionamiento está regulado por el Consejo Supremo de la Revolución Cultural, que fija la política cultural y educativa en el país. Esta institución, que incluye a representantes del gobierno y del clero, es clave en la implementación de las normas sociales y la preservación de los valores islámicos, como el uso del velo.

Por otro lado, se han dado pasos significativos en lo que respecta a la educación. Recientemente, se anunció que muchos de los estudiantes y profesores despedidos durante las protestas por la muerte de Amini podrán regresar a las universidades. Esta decisión fue recibida con esperanza por quienes luchan por un cambio en el sistema educativo, como Motahare Goonei, quien enfrentó un despido injusto y ahora puede continuar sus estudios en la Universidad de Teherán.

A su vez, activistas como Kasra Nouri, perteneciente a una minoría religiosa oprimida, también abogan por el retorno a la educación. Nouri, que ha sido detenido varias veces por su activismo por la libertad de expresión, resalta el derecho a la educación para todos, sin importar su religión o creencias políticas. "Mi lucha es por el derecho a la educación de todos los iraníes y por garantizar que ningún estudiante sea silenciado por su activismo pacífico", afirma.

Este cambio en la política educativa, junto a las declaraciones del presidente, son señales de que Irán podría estar explorando nuevas estrategias para abordar el creciente descontento social. El tiempo dirá si estas acciones son suficientes para calmar las tensiones o si los iraníes continuarán levantándose en defensa de sus derechos y libertades.