La crisis de confianza en la política regional chilena se profundiza. En un giro inesperado, Lin-Kiu Ly Fumey, presidenta de la Comisión de Seguridad, Prevención y Desastres, ha presentado su renuncia en medio de una tormenta mediática. Su salida se produce tras conocerse que ha defendido a más de 40 acusados de narcotráfico y otros delitos graves.

Este escándalo estalló cuando biobiochile.cl reveló su participación en casos que incluyen a tratantes de personas y la absolución de un sujeto que atropelló a un funcionario de la PDI durante un operativo antidrogas. Ayer, Ly Fumey se defendía con fervor en redes sociales, pero hoy ha optado por un silencio que habla más que mil palabras.

En su carta de renuncia, Ly enfatizó la necesidad de asegurar la unidad y la transparencia en la Comisión durante un año electoral crucial, afirmando: “Las decisiones no deben verse afectadas por malas intenciones”. Sin embargo, fuentes indican que su dimisión fue recomendada por el gobernador regional, Diego Paco, quien buscaba proteger su propia imagen ante el público.

Hasta el momento, la consejera no ha ofrecido declaraciones claras sobre la situación. Se ha mantenido al margen, evadiendo preguntas sobre su pasado y el vínculo de su defensa con una serie de homicidios recientes y problemas de seguridad en la región.

La presidencia de la Comisión de Seguridad será asumida temporalmente por Ignacio Gómez Gutiérrez, del Partido Republicano, que ha ordenado silencio entre sus miembros en medio de este escándalo desestabilizador. Por su parte, el PNL ha anunciado medidas legales y el sometimiento de Ly Fumey a su Tribunal Supremo.

Los ecos de este escándalo no se apaciguarán fácilmente, ya que la falta de respuestas claras por parte de los consejeros regionales solo alimenta la desconfianza en el sistema político. Mientras tanto, el futuro de la Comisión de Seguridad y su credibilidad penden de un hilo.