A tan solo una semana de asumir el cargo como alcalde de Santiago, Mario Desbordes ha hecho temblar las estructuras del municipio con denuncias impactantes sobre la gestión de su predecesora, Irací Hassler. En una conversación reveladora con 24 Horas, Desbordes señaló que ha encontrado "múltiples irregularidades" que no solo afectan la imagen de la comuna, sino que ponen en riesgo su futuro.

Entre las alarmantes cuestiones que mencionó, el alcalde destacó el grave problema del impago de cotizaciones a los trabajadores municipales, lo cual ha generado un déficit millonario que asciende a al menos 13.500 millones de pesos. Esta situación ha causado un retraso alarmante de cuatro meses en el pago de las cotizaciones previsionales, lo que ha llevado a un traspaso urgente de 1.500 millones de pesos únicamente para cubrir las obligaciones con los profesores de la Dirección de Educación.

Desbordes también subrayó que la falta de renovación de contratos para los vehículos de seguridad municipal podría resultar en que Santiago se quede sin estos esenciales servicios a partir del 1 de febrero. "Si no logramos un acuerdo urgente y empezar la licitación nueva, esto podría tener consecuencias desastrosas para la seguridad de nuestros ciudadanos", alertó el alcalde.

Asimismo, criticó la situación crítica en la Corporación de Desarrollo de Santiago, que describió como "llena de problemas". La administración anterior no solo dejó veredas y espacios públicos en deterioro, sino que también carece de convenios adecuados con Tesorería debido a un alarmante incumplimiento de pagos de impuestos y contribuciones. Según Desbordes, esto ha llevado a juicios laborales en los que la administración anterior simplemente no se presentó, lo que se tradujo en pérdidas judiciales.

En su primera semana al frente, Desbordes ha tenido que trabajar intensamente para comprender el estado real del municipio. "Nos entregaron muy poca información antes de asumir. Hemos trabajado el fin de semana completo, recopilando datos en todas las áreas y auditando internamente. Cada día surgen nuevas y complicadas situaciones que estamos evaluando", explicó, transmitiendo su preocupación por la enorme carga que enfrenta su gestión.

Las declaraciones de Desbordes no solo destacan problemas administrativos, sino que también reflejan una realidad preocupante para los ciudadanos de Santiago. La comunidad está en vilo, preguntándose cómo se gestionará este desastre financiero y qué planes tendrá el nuevo alcalde para restaurar la confianza en la gestión pública.