En un giro inesperado, se ha revelado que el actual alcalde de Ñuñoa, Sebastiàn Sichel, recibió la impresionante suma de $3 millones en el auge de su campaña electoral, provenientes directamente del gerente de Finanzas de la Constructora DLP. Esta constructora está detrás del polémico proyecto Eco Egaña, que ha generado una intensa oposición desde la gestión de la ex alcaldesa, Emilia Ríos.

Una investigación realizada por la Unidad de Investigación de BioBioChile ha puesto de manifiesto esta controversial donación. Martín Larraín Vacarezza, quien es ejecutivo de DLP desde marzo de 2022, ha sido el foco de atención al constatarse su contribución. La empresa DLP está involucrada en la construcción de Eco Egaña, un proyecto que ha sido objeto de críticas por su magnitud y las implicaciones que tiene en la comunidad.

Eco Egaña es un proyecto ambicioso que incluye tres torres de 32 pisos con un total de 1,752 departamentos y una torre adicional de 26 pisos destinada a oficinas. Con una inversión proyectada de US$300 millones, la iniciativa ha enfrentado varios obstáculos, incluidos retrasos en la tramitación de permisos debido a preocupaciones sobre su impacto ambiental.

Hasta ahora, Eco Egaña no ha tenido un camino fácil. En 2021, el Tribunal Ambiental ordenó detener el proceso de evaluación de impacto ambiental para realizar estudios sobre la calidad de vida de los residentes potenciales, señalando que la construcción podría afectar la luminosidad y las sombras en el área. A pesar de esto, la construcción continuó, pero con la llegada del gobierno de Gabriel Boric, la situación se complicó aún más con una calificación ambiental desfavorable emitida por la Comisión de Evaluación Ambiental.

Durante su campaña, Sichel recibió múltiples aportes, sumando un total de $60 millones. Si bien la donación de Larraín se sitúa entre las más altas, Sichel había expresado públicamente su descontento por proyectos como Eco Egaña, describiéndolos como transformaciones de espacios amigables urbanos en grandes edificios comerciales de cemento. "Es un tema complicado, pues como alcalde poco puedo hacer ahora que ya se han tomado decisiones judicialmente", dijo en entrevista con Radio Pauta.

Por otro lado, Martín Larraín Vacarezza, ante las consultas, se negó a comentar sobre la donación y vociferó que esta fue realizada desde su cuenta personal, desentendiéndose de cualquier implicancia política. "No corresponde abordar mis preferencias políticas como ciudadano", afirmó por medio de un correo electrónico.

Lo que añade aún más intriga al asunto es que, por ley, las empresas no pueden contribuir a campañas políticas, un hecho que añade una capa nueva a este escándalo. En medio de todo este caos, los trabajadores de Eco Egaña también han hecho oír su voz, protestando por la entrega de gift cards con $0 como aguinaldo, lo que provocó una serie de situaciones embarazosas y económicas para los empleados.

Este escándalo pone de relieve la intersección entre política y el desarrollo urbano en Ñuñoa, dejando a muchos ciudadanos preguntándose cuál será el futuro de la ciudad bajo la administración de Sichel. ¿Se verá afectada la construcción de Eco Egaña por esta controversia? Solo el tiempo lo dirá.