En un sorprendente giro de los acontecimientos, José Mourinho, entrenador del Fenerbahçe, se vio envuelto en una intensa controversia al final del partido de cuartos de final de la Copa de Turquía contra el Galatasaray. Después de que su equipo perdiera 2-1 y fuera eliminado del torneo, Mourinho no pudo contener su rabia hacia su homólogo Okan Buruk.

El encuentro, que se volvió intenso y tenso, culminó con una lamentable escena en la que Mourinho jaló de la nariz a Buruk, un gesto que dejó a muchos boquiabiertos. Este suceso se produce en un contexto donde el Fenerbahçe está en una difícil situación, ya que la temporada avanza y aún no han conseguido conquistar ningún título.

Durante el choque, se reportaron incidentes en la grada cuando el delantero nigeriano Victor Osimhen fue sustituido por Álvaro Morata en el minuto 86. Los aficionados mostraron su frustración lanzando objetos al terreno de juego, lo que provocó una reacción imprevista que involucró a varios jugadores, resultando en múltiples tarjetas amarillas, incluyendo a figuras clave como Edin Dzeko y Milan Skriniar.

La jornada no fue menos caótica, ya que también hubo expulsiones en la banca, incluyendo a Baris Alber Yilmaz y Mert Hakan Yandas, lo que intensificó aún más la atmósfera de tensión.

El hecho de que Mourinho, en su primera temporada en Turquía, no haya conseguido llevar a su equipo a la gloria, ha generado muchos rumores y críticas hacia su gestión. Con el interés de la prensa en auge, los seguidores y expertos del fútbol están cuestionando su futuro en el club.

Este incidente no solo ha impactado a los fanáticos de ambos equipos, sino que ha desatado una ola de especulaciones sobre posibles sanciones y la respuesta del Fenerbahçe ante la situación. Con la atención del fútbol mundial puesta en él, Mourinho enfrentará desafíos aún mayores en los próximos días. ¿Podrá recuperar la confianza y llevar al Fenerbahçe a la victoria en lo que resta de la temporada?