Una mujer que vivía en la calle desde hacía unos meses y que sufría de diabetes fue atendida por el albergue gestionado por la Empresa Pública Municipal de Acción Social y Educación de Guayaquil, conocido como DASE EP.

Debido a su deteriorado estado de salud, fue llevada al lugar donde recibiría atención. Sin embargo, el trágico suceso ocurrió el domingo 10 de noviembre de 2024, cuando la mujer falleció.

La reacción del municipio fue tardía y preocupante. A pesar de que DASE EP contactó a Medicina Legal para el levantamiento del cuerpo, la respuesta fue desconcertante. Según la entidad, Medicina Legal argumentó que, debido a la "alta demanda" provocada por muertes violentas, no podían atender este tipo de solicitudes, lo que pone en evidencia la falta de recursos en situaciones críticas.

A través de un comunicado emitido el miércoles 13 de noviembre, DASE EP lamentó la situación y anunció que tuvieron que retirar el cuerpo de las instalaciones del albergue. Se informó que el cadáver de la mujer fue colocado sobre una camilla en un espacio designado como el único lugar seguro, mientras se esperaba la llegada de la funeraria contratada para el traslado al cementerio Casuarina.

Sin embargo, la polémica no terminó ahí. Un video que circuló en las redes sociales ha encendido aún más las alarmas. El clip de 32 segundos muestra lo que parece ser un cuerpo en un área que alguien ha etiquetado como "depósito de basura". En el video se escucha una voz que dice: "Ahora ponle el tacho ahí para que estos abuelos no vengan a jorobar", lo que ha suscitado una ola de críticas y cuestionamientos sobre el trato a los fallecidos y a las personas en situación de vulnerabilidad.

Ante esta situación indignante, el medio EXPRESO ha solicitado oficialmente al Municipio de Guayaquil información sobre si las declaraciones del video provienen de algún trabajador del centro y si el contenido del mismo es auténtico. La falta de respuesta clara hasta el momento alimenta aún más la intriga y la preocupación de la ciudadanía.

Asimismo, EXPRESO se contactó con la Policía Nacional para conocer su postura sobre las razones que, según el comunicado, serían las justificaciones dadas por Medicina Legal. La ciudad aguarda respuesta y, mientras tanto, el descontento crece, exigiendo una explicación ante lo que muchos consideran una falta de respeto hacia una vida perdida y un desprecio por las personas que se encuentran en situaciones críticas.

Este incidente no solo destruye la confianza en las instituciones locales, sino que también resalta urgentemente la necesidad de mejorar los servicios de salud y atención social en Guayaquil. ¿Hasta cuándo se tolerará esta indiferencia? ¡La comunidad exige respuestas ya!