A mediados de 2024, mientras Nayib Bukele se preparaba para culminar su primer mandato como presidente de El Salvador y buscar su reelección, se reveló que se había convertido en un magnate inmobiliario en su propio país tras la compra de 363 hectáreas por la impresionante suma de 9.2 millones de dólares. Esta impactante revelación proviene de una investigación periodística llevada a cabo por Redacción Regional y Focos TV.

El presidente, junto a su familia, adquirió 34 lujosas propiedades y fincas, muchas de ellas dedicadas a la producción de café y caña de azúcar, para fortalecer su marca de café gourmet, Bean of Fire. Con esta compra, Bukele multiplicó 12 veces la extensión de terrenos que poseía hasta el momento.

Desde 2019, la familia Bukele ha estado acumulando bienes en "zonas exclusivas" de El Salvador, donde su esposa, madre y hermanos adquirieron 16 inmuebles valorados en 1.4 millones de dólares. Esta expansión patrimonial coincide con una época en la que muchos salvadoreños enfrentan una crisis económica provocada por el aumento en los precios de la canasta básica.

La investigación reveló que entre las sumas millonarias gastadas por el presidente se encuentra un terreno con una "vista privilegiada" al Lago de Coatepeque, una de las joyas turísticas del país, junto con siete fincas productoras de café y dos de caña de azúcar.

Uno de los hallazgos más sorprendentes fue la compra de La Hacienda Dorada, una colosal finca de 231 hectáreas, situada en la ladera del volcán Ilamatepec, donde el mandatario cultiva el grano gourmet de Bean of Fire. Esta marca fue constituida en 2014 y se presenta como el "café de volcán que crece en una de las tierras más fértiles del mundo".

A pesar de que Bukele ha manifestado que este negocio es personal y no del gobierno, los canales oficiales de comunicación de la presidencia han promocionado su café en diversas ocasiones, utilizando recursos públicos para tal fin.

Paralelamente, la familia Bukele ha realizado una "inversión permanente" de 4.9 millones de dólares en su empresa cafetera, a través de una corporación que, curiosamente, no había reportado actividad significativa desde 2013, hasta que de repente, entre 2022 y 2023, su capital creció más de 6 millones de dólares.

El periodista Jaime Quintanilla, quien encabezó la investigación, expresó su asombro por cómo esta empresa, que antes tenía un patrimonio inferior a 20,000 dólares, pudo acceder a préstamos millonarios. "¿Cómo puede un banco conceder millones a empresas que no tienen respaldo para su deuda?", cuestionó.

Además, se estableció que esta gran inversión colocó a Bukele y su familia en el selecto grupo del 2% de grandes productores de café en El Salvador, que poseen más de 100 manzanas cultivables, según el Instituto Nacional del Café.

Mientras tanto, el presidente continúa haciendo promesas de un “milagro económico”, incluso mientras se construye una nueva oligarquía en el país, favorecida por reformas legislativas aprobadas por la Asamblea controlada por su partido, Nuevas Ideas. En total, se han modificado 17 leyes para impulsar la producción y comercialización de café, incluyendo un fideicomiso de 640 millones de dólares.

La investigación también descubrió una sociedad de responsabilidad limitada establecida en Miami, gestionada a través de dos testaferros, para facilitar la venta del cafecito en plataformas como Amazon, enlazando así lo producido en La Hacienda Dorada con entidades en Estados Unidos.

Es importante destacar que la extensión de sus tierras es 15 veces mayor que la del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), donde el presidente prometió encarcelar a pandilleros.

Finalmente, la Corte Suprema de Justicia de El Salvador mantiene bajo reserva las declaraciones patrimoniales de Bukele, lo que plantea serias dudas sobre la transparencia de sus finanzas. ¿Qué más se oculta detrás de esta jugosa inversión? ¡El tema está lejos de terminar!