Violencia Desatada en el Estadio

El último partido en el estadio Libertadores de América ha marcado un hito sombrío en el fútbol sudamericano. Los hinchas de Universidad de Chile fueron brutalmente atacados por barristas de Independiente, dejando a todos en shock.

Investigaciones en Marcha

El clamor por justicia ha llevado a la Conmebol a iniciar un proceso disciplinario, y la prensa argentina no se queda atrás. El diario Clarín, en su reciente investigación, desentrañó un alarmante fallo en la organización de seguridad para el encuentro.

Clarín sostiene: "Desde la noche de la barbarie, la conclusión es clara: Independiente falló en la organización, y la Policía de Buenos Aires se quedó de brazos cruzados."

Preguntas sin Respuesta

Aún más inquietante es la inacción de las fuerzas de seguridad. "No se sabe y probablemente nunca se sabrá por qué no se intervino cuando la barra local invadió la tribuna visitante", subraya el diario.

Confianza Desmedida de los Dirigentes

A pesar de la fama de violencia que rodea a la barra de Universidad de Chile, los dirigentes de Independiente parecían confiar en que todo saldría bien. Sin embargo, el estadio no estaba realmente preparado para recibir a los hinchas visitantes.

"En la Pavoni Alta, típica para los locales, no había un corralito como sí se ve en otros estadios. Este tipo de medidas de seguridad no se pueden implementar de la noche a la mañana, y claro, son costosas", explican los medios.

Inacción Policial y Mitos Caídos

Un mito común es que la Policía de Buenos Aires no puede intervenir en los estadios. Sin embargo, como ejemplifican, en partidos como Racing vs. Peñarol sí se vio presencia policial. ¿Por qué entonces la inacción en esta ocasión?

La Necesidad de Seguridad

Los incidentes en la Pavoni Alta exigían una respuesta policial inmediata. Seguridad privada, como la empresa Up, no está equipada para manejar situaciones de esta magnitud.

Conflictos Internos

Desde la dirigencia de Independiente, se admite un rechazo a la presencia policial en las tribunas, lo que se remonta a un incidente violento en julio de 2023. Este descontento ha dejado el área vulnerable a situaciones como la que se vivió, dejando entrever la necesidad urgente de replantear las políticas de seguridad en el fútbol.