Un caso desgarrador que conmociona a la nación

Chile está en shock tras revelarse la tragedia de una niña boliviana de solo 8 años, quien fue vendida por su abuela a una pareja chilena. Este matrimonio la sometió a trabajos forzados en un campamento irregular en la comuna de Rengo, a sólo 118 kilómetros de Santiago.

Las terribles condiciones de vida de la menor

Según la investigación de Teletrece, la pareja pagó 350 dólares en Bolivia para traerla a Chile a través de un paso ilícito. Al llegar, la niña fue despojada de su identidad, sin documentos ni registro en ambos países, y, lo más alarmante, jamás asistió a la escuela.

El fiscal jefe de Rengo, Osvaldo Yáñez, reveló que "la niña era privada de comida, golpeada y obligada a dormir al aire libre". Despertaba a las cuatro de la mañana para atender las necesidades del hogar, que carecía de condiciones mínimas.

La denuncia que cambió su destino

Su sufrimiento salió a la luz gracias a las quejas de vecinos que notaron señales de abuso y abandono. "La vecina la veía golpeada y muchas veces le brindó comida porque no comía durante días", explicó Yáñez.

Rescate y arresto de los culpables

En julio del año pasado, Carabineros rescataron a la menor tras una denuncia presentada por el mismo matrimonio, que se presentó como su familia. Posteriormente, la niña fue colocada en un hogar de menores.

El giro inesperado llegó cuando la abuela intentó recuperar a la niña y fue arrestada por la Policía de Investigaciones, donde confesó los atroces actos cometidos. Todos los involucrados están siendo procesados por trata de personas.

Repatriación y medidas de protección

Las autoridades bolivianas ya están trabajando en la repatriación de la víctima. Walter Sosa, director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Bolivia, afirmó: "Estamos identificando a su familia de origen; el Estado tiene la responsabilidad de proteger a los niños".

Un llamado a la acción y reflexión

La diputada Carla Morales ha instado a diferentes organismos chilenos a investigar este caso y trabajar en la prevención de delitos similares, especialmente en el contexto de la migración.

"Es inconcebible que en pleno siglo XXI sigamos expuestos a situaciones tan inhumanas, donde una niña es vendida y su vida es un infierno de violencia y abandono", concluyó. La falta de un sistema de alerta y protección deja a muchos niños vulnerables, al borde de caer en redes de explotación.