La diputada Paula Labra (RN) ha dado un paso significativo al oficiar a Claudio Orrego, gobernador de la Región Metropolitana, para obtener información detallada sobre el controvertido Plan Regional de Infraestructura Patrimonial. Esto surge en medio de la fallida compra de la emblemática casa del expresidente Salvador Allende, un tema que sigue provocando debates acalorados en la sociedad chilena.

Recordemos que este plan fue aprobado el 14 de octubre de 2020 y tiene como actores a varias Subsecretarías, incluyendo Patrimonio Cultural y Obras Públicas. La intención del proyecto es clara: busca materializar iniciativas que valoricen inmuebles patrimoniales y mantener en condiciones adecuadas los bienes protegidos por ley.

En este contexto, Labra ha demandado una revelación completa sobre la estrategia patrimonial, que incluye el presupuesto asignado, los conceptos de gastos y los objetivos detrás de las compras del Ministerio de Cultura. Su propósito es esclarecer si Orrego estaba al tanto de los planes para adquirir las casas de Allende y Aylwin, especialmente cuando se formalizó la firma del plan.

"Es fundamental entender si el Gobernador Regional sabía de la transacción de este inmueble dentro del marco del Plan Regional de Infraestructura Patrimonial", manifestó Labra, evidenciando su preocupación por la falta de transparencia en este asunto.

"Más allá de la frustrada compra, es esencial cuestionar la finalidad de adquirir una propiedad valorada en casi un millón de dólares, perteneciente a Salvador Allende, un personaje histórico que polariza a la sociedad chilena y simboliza el quiebre democrático", añadió, subrayando la necesidad de un debate abierto y honesto sobre la herencia política de Allende.

Adicionalmente, Labra ha solicitado no solo información sobre la propuesta de compra, sino también que se le proporcione una copia del convenio de colaboración previamente firmado y actualizaciones sobre el Plan Regional desde 2021 hasta la fecha, así como las actas de cada sesión de la mesa regional. Esta inquietud de la diputada refleja la creciente necesidad de responsabilidad y claridad en las acciones del gobierno.

La controversia sobre esta compra no se detiene aquí; muchos chilenos se preguntan si el gobierno realmente está comprometido con la preservación del patrimonio cultural o si hay agendas ocultas detrás de estas decisiones.