El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la dirección de Jorge Macri, primo del expresidente Mauricio Macri, decidió este martes una medida drástica: despidió a la cúpula de la policía local, solo seis meses después de asumir sus funciones. Este cambio de liderazgo se produce tras un sorprendente incidente en el que 17 detenidos lograron escapar de las instalaciones de la fuerza de seguridad a través de un boquete hecho en la pared.

En un movimiento inmediato, las autoridades cesaron en sus funciones al jefe de la Policía de la Ciudad, Pablo Kisch, y al subjefe, Jorge Azzolina, quienes fueron reemplazados por Diego Casaló y Carla Mangiameli. Este cambio repentino ha dejado a muchos en la ciudad preguntándose ¿qué más se está ocultando detrás de este escándalo?

Según fuentes de prensa argentina, el ahora exsubjefe Azzolina cuenta con un oscuro historial, involucrándose como nexo entre un empresario y un grupo violento que atacó al medio Tiempo Argentino en 2017. Además, estuvo a cargo de un operativo delicado donde legisladores peronistas fueron agredidos, lo que añade más polémica a su salida.

Este asombroso episodio se produce en medio de una serie de fugas similares que habían comenzado a afectar la credibilidad de la seguridad en Buenos Aires. En una conferencia de prensa, el ministro de Seguridad de la ciudad, Waldo Wolff, anunció no solo la destitución de los jefes policiales, sino también la implementación de cambios significativos a lo largo de toda la alta dirección de la fuerza. Wolff enfatizó: “No toleraremos ni incapacidad ni complicidad con el crimen.”

La situación se vuelve aún más complicada cuando el ministro subrayó la gravedad del hecho: “No es normal que 17 personas logren escapar de una comisaría sin ser vistos y que se entere la autoridad dos horas después. Esto implica una complicidad manifiesta o una negligencia inexcusable”, advirtió.

De los 17 fugitivos, 11 son argentinos y 6 son chilenos, identificados como Cristian Zavala Ramírez, de 28 años; Nicolás Pavez Uribe, de 25; Rodrigo Meléndez Molina, de 21; Jonathan Espinoza Vilchez, de 39; Brian Valdebenito, de 26; y Luis Leiva Galván, de 41. Hasta el momento, solo uno de los fugitivos ha sido recapturado, mientras que las autoridades se apresuran en la búsqueda de los otros 16, sumiendo a la ciudad en una tensión sin precedentes.

Este sorprendente suceso ha puesto sobre la mesa preguntas sobre la eficacia de la Policía de la Ciudad y su capacidad para salvaguardar la seguridad pública. Los residentes de Buenos Aires exigen respuestas y acciones contundentes para evitar que incidentes como este se repitan. ¡La policía deberá rendir cuentas muy pronto!