Elvira Lara Pérez, psicóloga: “Estamos fracasando estrepitosamente como sociedad, no valoramos la sabiduría de las personas mayores”
2024-12-24
Autor: Benjamín
Según el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, el 20% de la población en España experimenta soledad no deseada, con una incidencia más pronunciada entre mujeres y mayores. En toda Europa, esta cifra asciende a aproximadamente 30 millones de personas. La psicóloga y doctora en Psicología, Elvira Lara Pérez, ejerce como docente e investigadora en el Departamento de Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica de la Universidad Complutense de Madrid. Su interés por la soledad comenzó durante una investigación realizada en el Parc Sanitari Sant Joan de Déu en 2016, donde analizó sus efectos sobre la salud mental.
La soledad no deseada no solo se relaciona con la depresión y el deterioro cognitivo, sino que también afecta profundamente a la felicidad y el bienestar general. “Impacta negativamente en la salud mental y física. Las personas que se sienten solas de manera crónica tienen una esperanza de vida menor”, advierte la psicóloga. Junto a su colega Natalia Martín María, escribió el libro "Soledad(es). Estudio de un fenómeno global", que busca ofrecer una herramienta útil para analizar la soledad desde una perspectiva científica y práctica.
La jubilación: un factor crítico en la soledad
Lara menciona que la jubilación puede ser un evento crítico que contribuye a la sensación de soledad. “Cuando uno se retira, puede experimentar una pérdida de rol y propósito, lo que incrementa la percepción de soledad”, comenta. Este fenómeno puede ser agudizado por la distancia física y/o emocional con los seres queridos, así como por la tristeza que puede provocar la pérdida de familiares y amigos.
La psicóloga observa un alarmante fracaso social: “No estamos valuando el valioso aporte, experiencia y sabiduría de las personas mayores. Han construido lo que somos hoy y merecen nuestro respeto y atención.”
La Navidad y la soledad
Durante las festividades, la soledad puede intensificarse para muchos ancianos. La Navidad suele asociarse con reuniones familiares, lo que resalta la soledad de quienes no tienen esa red de soporte cercana. “Las personas mayores tienden a experimentar una mayor vulnerabilidad debido a su red social limitada y a las pérdidas emocionales que han enfrentado a lo largo de los años”, explica Lara.
Sin embargo, hay quienes eligen pasar la Navidad solos, buscando evitar el caos de las reuniones familiares. “A veces, preferir un ambiente tranquilo puede ser una elección personal, especialmente si la persona se siente abrumada por la cantidad de compromisos sociales”, señala.
Reconociendo y gestionando la soledad
Lara enfatiza que se debe dar lugar a las emociones, incluidas la tristeza y la nostalgia que pueden surgir en estas fechas. “No hay nada de malo en sentirse triste durante las fiestas; es parte del ser humano”, afirma.
La neurobiología también juega un papel en la experiencia de la soledad. Investigaciones recientes han identificado cambios en áreas cerebrales que se activan en personas que se sienten solas, lo que puede conducir a una mayor hipervigilancia social y alteraciones del estrés.
Consecuencias de la soledad prolongada
Los efectos negativos de la soledad prolongada son alarmantes: se relacionan con un envejecimiento acelerado, un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares y una peor satisfacción con la vida. “La soledad se asocia con una mortalidad prematura. Las personas que experimentan soledad crónica tienden a fallecer antes”, advertía la psicóloga.
Recomendaciones para gestionar la soledad durante las fiestas
Para enfrentar la soledad, especialmente durante la Navidad, Elvira Lara aconseja mantenerse ocupado y establecer conexiones con la comunidad. “Existen numerosas organizaciones que ofrecen actividades durante estas fechas, lo cual no solo permite socializar, sino también ayudar a otros”. Las tecnologías de comunicación, como videollamadas y redes sociales, son herramientas valiosas para mantener el contacto con amigos y familiares.
La psicóloga también ha mencionado la importancia de crear nuevas tradiciones que promuevan la conexión social y la generosidad. “Trato de involucrar a mis hijos en estas actividades, mostrándoles la significancia de cuidar y conectar con quienes pueden sentirse solos”, dice Lara, destacando que fomentar este tipo de valores es esencial para una sociedad más compasiva.
La lucha contra la soledad no solo depende de las estrategias individuales, sino de un esfuerzo colectivo para valorar y abrazar a nuestras personas mayores, esas que tienen tanto que enseñarnos.