El sorprendente experimento de un científico que vivió en una cueva durante dos meses: ¿qué reveló sobre nuestra percepción del tiempo?
2024-09-16
Autor: Valentina
En un mundo donde los relojes y las pantallas marcan cada segundo de nuestras vidas, el tiempo se ha convertido en una constante obsesión. Pero, ¿qué pasaría si nos desconectáramos del tiempo? Este es el intrigante viaje de Michel Siffre, un joven geólogo francés que a principios de la década de 1960 se aventuró a vivir en una cueva en total oscuridad para explorar cómo afecta nuestra relación con el tiempo.
En 1962, a los 23 años, Siffre decidió realizar un audaz experimento de descomposición de los ritmos circadianos humanos, inspirado por la carrera espacial y el deseo de entender los efectos de la ausencia de luz solar en nuestro ciclo biológico. La experiencia tuvo lugar en un glaciar subterráneo en los Alpes, donde pasó 61 días incomunicado, sin relojes ni artificios modernos.
Durante su estancia, se comprometió a vivir "como un animal", siguiendo sus propios ritmos de sueño y alimentación, lo que resultó en un sorprendente hallazgo: su percepción del tiempo se desvió a un ciclo aproximado de 48 horas. Al realizar su cuenta, descubrió que le llevaba cinco minutos alcanzar los 120, mientras el tiempo real transcurría de manera convencional. Este fenómeno lo llevó a la conclusión de que sin la referencia del sol y el ritmo circadiano, nuestros cuerpos poseen una especie de reloj interno diferente al estándar de 24 horas.
Los resultados no solo marcaron la pauta para la cronobiología, sino que también interesaron a instituciones como el ejército francés y la NASA, quienes buscaban entender cómo los ciclos de sueño y vigilia podrían afectar a sus soldados y astronautas en larga duración. Siffre continuó su investigación, volviendo a las profundidades en varias ocasiones, cada una revelando más sobre la psique humana y su percepción del tiempo.
A medida que este audaz científico se adentraba más en sus experimentos, cuestionó no solo los efectos del tiempo en el cuerpo sino también en la mente. Tras 205 días en una cueva de Texas en 1972, se dio cuenta de que, a pesar de ser un sujeto de estudio considerado, su percepción no estaba alineada con lo que había observado en otros.
El fascinante legado de Siffre ha dejado en claro que el tiempo es mucho más que un simple número en una esfera; es un fenómeno profundamente influenciado por nuestras condiciones de vida y nuestra propia conciencia. Estos hallazgos no solo nos invitan a examinar nuestras rutinas diarias, sino que también abren un abanico de preguntas sobre lo que realmente significa "el tiempo" y su impacto en nuestra existencia. Si alguna vez te has preguntado cómo sería vivir sin ataduras temporales, el estudio de Siffre es tu respuesta.