Tecnología

El Metaverso: La Promesa Fallida de la Realidad Virtual o la Nueva Frontera Tecnológica

2024-09-26

En octubre de 2021, Mark Zuckerberg tomó una decisión que cambiaría la trayectoria de su imperio digital. Motivado por las nuevas tendencias y la necesidad de reestructurar su imagen tras el escándalo de Cambridge Analytica que deterioró la reputación de Facebook, anunció que su conglomerado de aplicaciones, que incluye Facebook, WhatsApp, Instagram y otros, pasaría a llamarse Meta.

Con un ícono que recuerda a unos visores de realidad virtual, este cambio de marca buscaba transformar la percepción de la compañía para que dejara de ser vista solo como una red social y comenzara a ser reconocida como pionera en el desarrollo y expansión del metaverso.

Para refrescar la memoria, el metaverso se define como una especie de realidad paralela: un espacio digital diseñado para ofrecer experiencias más humanas e inmersivas en un entorno virtual. Desde reuniones con amigos a miles de kilómetros de distancia hasta conciertos en primera fila desde la comodidad del hogar, la entrada a este universo requería, en teoría, simplemente un casco de realidad virtual.

La idea del metaverso ganó popularidad durante los confinamientos sanitarios, cuando el trabajo pasó de las oficinas a encuentros virtuales, y la búsqueda de conexión humana era más aguda que nunca. Sin embargo, con el regreso a la normalidad y el interés fluctuante en Silicon Valley, esta aspiración se ha desvanecido convirtiéndose en uno de esos términos que todos conocemos, pero que ha perdido su significado.

En gran medida, la viabilidad del metaverso dependía de la adopción masiva de dispositivos de realidad virtual, evocando la rápida expansión de smartphones en los bolsillos de las personas. Meta hizo sus intentos con productos como Oculus, que fue adquirido en 2014 como parte de su estrategia para liderar el mercado de la realidad virtual. Sin embargo, la requerimiento de crear una cuenta de Facebook para acceder a Oculus desencadenó preocupaciones sobre la privacidad de los datos.

Hoy en día, Meta Quest es el visor de realidad virtual más popular del mundo, con más de 20 millones de unidades vendidas. Sin embargo, la realidad es que la tecnología sigue siendo considerada un lujo para un nicho, particularmente en un contexto económico donde los precios de todo están aumentando. Muchos depositaron sus esperanzas en la llegada de Apple y su capacidad para hacer que la realidad virtual fuera atractiva y accesible.

Los recientes Apple Vision Pro debían representar la nueva era de los cascos tecnológicos, pero, tras un lanzamiento decepcionante y una notable caída en las proyecciones de venta, la realidad virtual parece seguir atrapada en el mundo de los videojuegos. Según estadísticas, solo el 2% de los usuarios de Steam utilizan dispositivos de VR para jugar, lo que ilustra lo limitado de su popularidad.

Mientras tanto, el futuro parece estar más alineado con la realidad mixta, que combina visores con cámaras de alta resolución para incorporar elementos del mundo real a la experiencia digital. Recientemente, Meta presentó el Meta Quest 3S, apuntando a un mercado más amplio con un precio de inicio de 300 dólares. También inauguró el proyecto Orion, que promete unos lentes de realidad aumentada más accesibles y funcionales.

A medida que la realidad virtual se ve relegada a un nicho, la pregunta persiste: ¿cuánto tiempo pasará hasta que se desarrolle un momento que demuestre la necesidad e importancia de invertir en el metaverso? Para muchos, esta puede ser una espera larga pero necesaria, mientras tanto, el mundo tecnológico sigue avanzando, y la batalla entre lo virtual y lo real continúa.