Carles Miñarro García, un destacado médico deportivo de 53 años, falleció este sábado a causa de un infarto en el hotel Gran Melià Torre Melina, donde se encontraba concentrado el equipo del FC Barcelona. Miñarro, quien se unió al primer equipo del Barça esta temporada reemplazando al doctor Xavier Valle, tenía una trayectoria impresionante que abarcaba más de 15 años en el ámbito deportivo.

Desde 2017, Miñarro formó parte del club azulgrana, tras haber trabajado como médico adjunto en la Unidad Asistencial y Preventiva del Deporte del Centre d’Alt Rendiment de Sant Cugat. Además, desempeñó el rol de jefe de los servicios médicos del Centre d’Esports Sabadell en la temporada 2014-2015. Antes de su llegada al Barça, se destacó en el Sant Andreu por una campaña y dedicó ocho temporadas al Terrassa Futbol Club, donde tuvo la oportunidad de colaborar con Miquel Olmo, padre del futbolista Dani Olmo.

En su papel más reciente, fue la mano derecha del reconocido doctor Ricard Pruna, quien ha estado asociado con los servicios médicos del primer equipo durante casi 30 años. A lo largo de esta temporada, Miñarro tuvo un papel clave al ayudar a jugadores como Marc Bernal y Marc ter Stegen durante sus graves lesiones en los partidos contra el Rayo Vallecano y Villarreal, respectivamente.

Fue además un pilar fundamental en la recuperación de otros jugadores en el equipo de fútbol sala, donde se enfrentó a lesiones importantes de figuras como Sergio Lozano, Ferrao y Sergio González. La comunidad futbolística lamenta profundamente su partida, recordando su dedicación y profesionalismo. Carles Miñarro no solo fue un médico excepcional, sino un verdadero amante del deporte que dejó una huella imborrable en el FC Barcelona y en la Medicina Deportiva. Sin duda, su legado perdurará entre los que tuvieron la suerte de conocerlo y trabajar a su lado.