Durante la menopausia, las mujeres se enfrentan a una alarmante probabilidad superior al 50% de sufrir fracturas. Este riesgo está íntimamente ligado a la disminución de la densidad mineral ósea, un fenómeno que ocurre dramáticamente en mujeres posmenopáusicas. Sin embargo, estudios recientes han revelado que el zoledronato, un medicamento diseñado para mejorar la salud ósea, puede ser efectivo en la prevención de estas lesiones debilitantes, administrándose cada 12 a 18 meses, con efectos que pueden durar más de 5 años.

Un estudio destacado, dirigido por el Dr. Mark Bolland de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, se centró en evaluar la eficacia del zoledronato en infusiones poco frecuentes para prevenir fracturas vertebrales y preservar la densidad ósea en mujeres posmenopáusicas tempranas.

Este ensayo prospectivo, doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo se desarrolló a lo largo de una década e involucró a 1.054 mujeres, con edades entre 50 y 60 años, que presentaban puntajes T de densidad mineral ósea inferiores a 0 y superiores a -2,5 en áreas críticas como la columna lumbar y la cadera. Las participantes fueron distribuidas aleatoriamente en tres grupos: (1) un grupo que recibió infusiones de 5 mg de zoledronato al inicio y a los 5 años, (2) un grupo que recibió 5 mg de zoledronato al inicio y placebo posteriormente, y (3) un grupo que recibió placebo en ambas ocasiones. Para evaluar la efectividad, se realizaron radiografías de la columna a lo largo del estudio.

El principal criterio de valoración fue la aparición de fracturas vertebrales morphométricas, definidas como cambios significativos de al menos el 20% en la altura vertebral comparado con la radiografía inicial. Además, se analizaron fracturas por fragilidad y fracturas osteoporóticas mayores.

Los resultados fueron sorprendentes: solo el 6,3% de las mujeres que recibieron zoledronato en dos ocasiones (grupo 1) desarrollaron una nueva fractura morfométrica, en comparación con el 6,6% del grupo que recibió zoledronato inicialmente y placebo después (grupo 2), y un alarmante 11,1% del grupo placebo (grupo 3).

La comparación de riesgos mostró que el grupo 1 tenía un riesgo de fracturas morfométricas de 0,56 frente al grupo 3, y el grupo 2 tenía un riesgo de 0,59 frente al grupo 3, ambos con intervalos de confianza del 95%. Además, el riesgo de fracturas por fragilidad y fracturas osteoporóticas mayores también fue considerablemente menor en los dos grupos que recibieron tratamiento con zoledronato.

En conclusión, este estudio de 10 años ha demostrado de forma contundente que la administración de zoledronato al inicio y a los 5 años es un enfoque efectivo para prevenir fracturas vertebrales morfométricas en mujeres posmenopáusicas tempranas. Este hallazgo no sólo cambia la perspectiva sobre el uso del zoledronato, sino que también ofrece una esperanza renovada para muchas mujeres que luchan contra la osteoporosis y el riesgo de fracturas, mejorando la calidad de vida y la salud ósea a largo plazo.