El Impactante Comentario de Carlos III a Lady Di en el Nacimiento de Harry que La Dejó Desconcertada
2024-11-11
Autor: Camila
La conmovedora historia del nacimiento del príncipe Harry, el hijo menor de Carlos III y la princesa Diana, está llena de emoción y revelaciones inesperadas. Lady Di, después de dar a luz al príncipe William –quien actualmente ostenta el trono– había expresado que su esposo realmente deseaba tener una niña para completar su familia, según fuentes cercanas a la pareja.
Revelaciones Impactantes: La Frase que Dejó a Diana Sin Palabras
Christopher Andersen, un reconocido autor y especialista en la vida de la realeza, ha sacado a la luz detalles dramáticos sobre el momento en que nació Harry. Tras escuchar grabaciones de voz que Diana realizó el día del nacimiento, Andersen reveló a Fox News que Carlos III, al enterarse de que su segundo hijo era un niño y no una niña, exclamó: “Oh, Dios. Es un niño. ¡Y hasta es pelirrojo!”. Este comentario dejó a Diana profundamente afectada, ya que sentía que las expectativas familiares de Carlos no se estaban cumpliendo.
¿Qué Impacto Tuvo Esto en la Relación de Carlos y Diana?
En sus memorias tituladas “Spare”, el príncipe Harry comparte otra reveladora conversación entre sus padres. Harry menciona que su padre le dijo a su madre: “¡Fantástico! Ahora me has proporcionado un sucesor y un suplente: mi labor está cumplida”, lo que para muchos es un comentario insensible dado el contexto emocional del momento.
Diana reflejó sobre su sorprendente embarazo en medio de una tumultuosa relación, señalando que “Harry emergió como resultado de un milagro”. A pesar de las dificultades, en algunos momentos Diana llegó a convencerse de que Carlos la amaba realmente. Ella recordaba: “Estábamos inmensamente felices”. En esos días, Carlos mostró ternura por el bebé, comportándose de una manera amorosa y afectuosa, lo que parecía prometer un futuro mejor para la familia.
Un Futuro Incertidumbre: La Ruptura de un Sueño
A pesar de estos breves momentos de felicidad, la historia de la familia real estaba destinada a tomar un giro oscuro. La alegría duró poco, ya que una vez que el rey Carlos III se dio cuenta de que tenía otro hijo varón, las tensiones y conflictos en su matrimonio comenzaron a resurgir. Diana confesó en un momento de vulnerabilidad que “nuestro matrimonio se vino abajo. Todo se fue al traste. Algo se cerró en mi interior”.
Las palabras de Andersen subrayan la expectativa de Diana de tener una niña, ya que optó por no ver ninguna ecografía, mientras que Carlos, en su deseo de una niña, terminó desilusionado. Sin embargo, lo que se transforma en una historia de desamor, grandes expectativas y momentos de desazón, se constituye en un recordatorio del gran peso de ser parte de la realeza y las complejidades de la vida en el ojo público.