Un sorprendente estudio revela que hay alrededor de 6,2 billones de toneladas de hidrógeno ocultas en rocas y depósitos subterráneos que podrían ser la clave para un futuro energético sostenible.

Durante el último año, científicos de todo el mundo han estado explorando alternativas a las fuentes de energía contaminantes como el carbón y el petróleo. Una de las mejores opciones es el hidrógeno, y hay buenas noticias: investigadores del Centro RIKEN de Ciencia de Recursos Sostenibles de Japón han logrado reducir los costes de producción del llamado "hidrógeno verde" al añadir manganeso y combinarlo con el iridio. Asimismo, hace pocas semanas, un equipo del Centro Aeroespacial Alemán consiguió adaptar microturbinas comerciales para funcionar con hidrógeno puro, mostrando que las infraestructuras existentes pueden transformarse para un futuro más ecológico.

Ahora, un nuevo estudio liderado por Geoffrey Ellis, geoquímico del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), ha revelado que existen reservas enormes de hidrógeno natural en el subsuelo terrestre. Esta investigación, publicada en la revista Science Advances, afirma que el planeta podría tener a su disponibilidad hasta 6,2 billones de toneladas de este recurso, una cifra que multiplica por 261 las reservas de petróleo conocidas actuales.

Para poner esto en perspectiva, Ellis explica que, si pudiéramos aprovechar solo un 2% de este hidrógeno, tendríamos energía suficiente para abastecer al planeta durante siglos. De hecho, esa pequeña fracción equivaldría a aproximadamente 124.000 millones de toneladas de gas, suficiente para alcanzar un nivel neto cero de carbono durante cientos de años.

Ellis y su colega, Sarah Gelman, desarrollaron un avanzado modelo que analiza diversos factores, como las tasas de producción y las pérdidas por fugas, para estimar la cantidad de hidrógeno disponible en el subsuelo. Las estimaciones oscilan entre 1.000 millones y 10 billones de toneladas, con 6,2 billones como la cifra más probable.

Sin embargo, no todo es sencillo. A pesar de la abundancia, la extracción de este hidrógeno no va a ser fácil debido a su localización profunda o en alta mar. Además, algunas reservas podrían ser demasiado pequeñas para ser rentables para las empresas que se encarguen de su extracción. Ellas advierten, no obstante, que el hidrógeno natural tiene la ventaja de ser fácilmente accesible y no requiere de complicados sistemas de almacenamiento, como sucedería con el hidrógeno producido sintéticamente.

"Con el hidrógeno natural, simplemente abrimos una válvula y lo extraemos cuando lo necesitamos", señala Ellis, destacando la simplicidad de esta fuente de energía.

El gran desafío que enfrenta el equipo de Ellis ahora es identificar la ubicación exacta de estas enormes reservas bajo tierra. Están trabajando arduamente para mapear estos depósitos en Estados Unidos, con la esperanza de tener resultados concretos antes de que finalice el primer trimestre de 2025.

La posibilidad de contar con una fuente de energía tan abundante y sostenible podría cambiar el rumbo de la energía en el mundo y ayudar a combatir el cambio climático. ¡La revolución del hidrógeno podría estar a la vuelta de la esquina!