La ceremonia de toma de posesión de Donald Trump como 47.º presidente de Estados Unidos no solo fue un hito político, sino también un evento social que atrajo a las mentes más brillantes del sector tecnológico y empresarial. Celebrada en la icónica Rotonda del Capitolio de Washington D.C., la ceremonia reunió a titanes industriales como Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Sundar Pichai y Tim Cook, quienes representan algunas de las empresas más valiosas del planeta, con un total de fortunas que alcanzan cientos de miles de millones de dólares.

Los líderes de la industria tecnológica se sentaron juntos en el estrado principal, destacando la importancia de su presencia en un evento clave que marcó el inicio del segundo mandato de Trump. Musk, Bezos, Pichai y Zuckerberg fueron observados en conversaciones animadas antes de la ceremonia, lo que pone de manifiesto la red de conexiones personales y profesionales que tienen entre ellos.

Mientras tanto, Tim Cook, CEO de Apple, también tuvo un lugar destacado y participó en actividades previas al evento principal, donde pudo interactuar con otros influyentes asistentes. La llegada de Zuckerberg fue notablemente anticipada, ya que llegó temprano junto a su esposa, Priscilla Chan, y algunos de sus colaboradores más cercanos.

El evento no se limitó a la ceremonia oficial. Zuckerberg llegó a coorganizar una recepción exclusiva previa al baile inaugural junto a conocidos benefactores de Trump, como Miriam Adelson y Tilman Fertitta. Este coctel fue solo el preludio de una gala impresionante donde se recaudó una cifra récord de más de 170 millones de dólares para el fondo inaugural, lo que demuestra el apoyo financiero sólido detrás de la nueva administración.

Entre las actividades más exclusivas, una "Cena a la luz de las velas" con Donald y Melania Trump fue la más comentada, reservada para donantes que habían hecho contribuciones significativas. Este grupo selecto incluyó a Cook y Bezos, reflejando las relaciones estrechas entre la esfera empresarial y política.

En medio de este gran evento, Zuckerberg hizo un anuncio significativo que cambiará el rumbo de las políticas de contenido en Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram. A través de su cuenta de Instagram, anunció el fin del programa de verificación de datos, que había sido implementado tras las elecciones de 2016. En su lugar, Meta introducirá un sistema de notas comunitarias, similar al modelo de la red social X. Este nuevo sistema permitirá a los usuarios agregar contexto y explicaciones a las publicaciones, comenzando su despliegue en Estados Unidos.

Zuckerberg explicó que esta decisión busca "restaurar la libertad de expresión" y minimizar los errores en la moderación del contenido, reconociendo que el programa anterior generó desconfianza entre los usuarios. "No podemos convertirnos en árbitros de la verdad", enfatizó, en respuesta a las críticas sobre la censura excesiva.

Los cambios en las políticas de Meta son un intento de facilitar un discurso público más abierto, eliminando restricciones previas sobre temas delicados como inmigración y género. Este nuevo enfoque pretende fomentar una discusión más inclusiva y menos controlada, una respuesta a las críticas de que las normas anteriores limitaban el debate.

El anuncio de Zuckerberg representa un cambio drástico en cómo Meta gestionará el contenido y la desinformación en sus plataformas, buscando ser más colaborativos y transparentes. Este enfoque renovado destaca la voluntad de la compañía de aprender de los errores del pasado y ofrecer a sus usuarios un papel más activo en la verificación de la información.