El Gobierno de Chile ha declarado que la extradición de Adriana Rivas, exagente de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), es una "alta prioridad". Rivas se encuentra actualmente en Australia y está luchando legalmente para evitar su envío a Chile, donde es acusada de graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Recientemente, el fiscal general australiano, Mark Dreyfus, aprobó la extradición de Rivas, tras más de dos años de deliberaciones. Esta decisión se considera un paso importante, ya que el Tribunal Superior de Australia había desestimado previamente una apelación de Rivas, confirmando así un fallo favorable a su extradición emitido por el Tribunal Federal en 2021. Sin embargo, la defensa de Rivas ha presentado un nuevo recurso que busca anular esta decisión, lo que complica aún más el proceso.

Adriana Rivas, quien tiene 70 años, enfrenta cargos en Chile por su implicación en varios casos de secuestro y desaparición forzada, típicos de la represión política de la época. Las víctimas incluyen a Reinalda Pereira y otros seis activistas, un caso que ha resonado profundamente en la búsqueda de justicia por parte de los familiares de las víctimas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile ha reafirmado su compromiso con la justicia, enfatizando que la extradición de Rivas es fundamental para enfrentar las violaciones de derechos humanos y que espera con ansiedad que este caso se resuelva al más breve plazo posible. Asimismo, señalaron que el embajador de Chile en Australia estará presente en la próxima audiencia judicial programada para el 14 de noviembre, donde la defensa solicitará la revisión de la extradición.

Es crucial recordar que la llegada de Rivas a Australia se remonta a 1978, año en que se trasladó con su esposo. Pasó décadas en un suburbio de Sidney, trabajando en limpieza y cuidado infantil. A pesar de su intento de regresar a Chile en 2006, fue detenida brevemente, pero logró evadir la justicia y regresó a Australia. Desde su detención en 2019, ha permanecido en una prisión de Sidney.

La historia de Adriana Rivas es un recordatorio escalofriante de los crímenes cometidos durante el régimen militar en Chile y resalta la importancia de que quienes han sido responsables de tales atrocidades rindan cuentas ante la ley. La extradición de Rivas no solo es un asunto legal, sino también un imperativo moral para el país, que busca sanar las heridas del pasado y garantizar que la justicia prevalezca.