La tensión se palpaba en el aire del Estadio Monumental durante un emocionante enfrentamiento entre Colo Colo y Everton. Todo quedó al rojo vivo a tan solo cinco minutos de terminar el primer tiempo, cuando un incidente polémico encendió las pasiones de aficionados y jugadores por igual. La clave del drama: un penal a favor de Colo Colo, convertido en gol por Lucas Cepeda.

La jugada que desató la controversia ocurrió cuando Javier Correa luchaba por el balón en el área. En ese momento, Alan Medina, defensor de Everton, intentó despejar, pero su mano hizo contacto con la pelota. Aunque Medina mantuvo sus brazos pegados al cuerpo, el movimiento le hizo ampliar la extremidad, describiendo un claro penal en toda regla.

Pese a la obviedad de la falta, el árbitro Manuel Vergara no sancionó la infracción, lo que ocasionó una ola de protestas furiosas por parte del plantel de Colo Colo y de los miles de hinchas que colmaban las gradas. Como resultado de la tensión, Javier Correa recibió una tarjeta amarilla, mientras que el preparador de arqueros Jorge Martínez fue expulsado tras encender más ánimos en la protesta. Esteban Pavez también se llevó una amarilla por una discusión previa.

La controversia no paró allí; ante la insistencia de los jugadores colocolinos, el árbitro recurrió a la tecnología del VAR. Tras una revisión exhaustiva que pareció durar una eternidad, Vergara finalmente otorgó el penal, lo que provocó el ire de los jugadores de Everton, quienes alegaban que no había sido penal. La indignación era palpable, mientras que los fanáticos de Colo Colo exultaban de alegría.

Con el peso de la responsabilidad, Lucas Cepeda se encargó de ejecutar el penal, y no decepcionó. Con un remate preciso y ajustado, logró batir al arquero Ignacio González, poniendo el 1-0 en el marcador. Este gol no solo le dio ventaja temporal al Cacique, sino que también avivó las conversaciones sobre la influencia del VAR en el fútbol, un tema que ha causado mucho debate en los últimos tiempos. La polémica en el Monumental continúa, y los ecos de esta jugada resonarán en las conversaciones futbolísticas durante semanas.