El espacio público de Santiago se convierte en un punto de encuentro para la comunidad durante las festividades, pero detrás de las celebraciones navideñas de 2022, se oculta un oscuro trasfondo de tráfico de influencias. La cuenta anónima en X (anteriormente Twitter), conocida como "Santiaguinos por Irací", alababa las acciones de la exalcaldesa Irací Hassler (PC) y su gestión, pero lo que parecía una simple acción cultural ha suscitado investigaciones que han encendido una llama política.

Justo antes de la Navidad de 2022, en la Plaza de Armas, se exhibieron un imponente pesebre y un árbol de Navidad iluminado por pantallas LED, una imagen destinada a dar la impresión de control y seguridad pública, en medio de un creciente descontento por la inseguridad y el comercio ambulante. Sin embargo, lo que parecía una hermosa celebración se ha convertido en un escándalo tras las revelaciones sobre el origen de estos adornos festivos.

La investigación realizada por la Policía de Investigaciones (PDI) reveló conversaciones entre Hassler y la diputada Karol Cariola (PC) que sugieren un posible tráfico de influencias, involucrando a un empresario chino, Bo “Emilio” Yang, a quien Hassler había reconocido como una figura con la que tenía lazos cercanos. "Me deposita $950 mil mensuales por el arriendo de mi departamento en Providencia", admitió la diputada, generando especulaciones sobre la naturaleza de su relación.

Las conversaciones también revelaron cómo el árbol y el pesebre fueron solicitados a un 'amigo' empresario, cuyo nombre no fue revelado, pero que supuestamente tenía conexiones con la publicidad a gran escala. Esto plantea interrogantes sobre si las acciones de Hassler fueron una forma de retribución por favores políticos. Los mensajes indican que la exalcaldesa estaba ansiosa por obtener un gran árbol de Navidad, lo que sugiere que su gestión podía estar más influenciada por intereses personales que por el bienestar comunitario.

El árbol fue finalmente instalado en la Plaza de Armas, pero la denominada "donación" ahora se está revisando, ya que se descubrió que fue gestionada a través de la empresa "Sociedad Productora de Eventos y Entretenimientos Leao S.A.", cuyo contrato ha desaparecido de los registros municipales. Este tipo de irregularidades han provocado que muchos se pregunten si la exalcaldesa fue negligente en su deber de transparencia.

Documentos filtra dos revelan que el 19 de diciembre de 2022, justo antes de que fueran instalados los adornos, Hassler había firmado un decreto que autorizaba a la municipalidad a utilizar un espacio público sin costo, aunque no se especificaba qué sería entregado en comodato.

A medida que las investigaciones avanzan, se hacen evidentes los lazos entre los involucrados. Uno de los socios de Leao S.A., Osvaldo Espinoza Salas, un excarabinero con un oscuro pasado, fue condenado a 14 años por homicidio. Esta revelación plantea preguntas adicionales sobre los vínculos corruptos que pueden estar detrás de la gestión municipal.

Mientras tanto, Irací Hassler se defiende diciendo que no existe evidencia en su contra a pesar de las denuncias realizadas por sus adversarios políticos. "Siempre he actuado conforme a la ley, buscando lo mejor para la comunidad", afirmó. Sin embargo, a medida que se revelan más detalles, el escándalo promete seguir creciendo, y el futuro político de Hassler y de quienes la rodean parece estar en grave peligro.

El impacto de este escándalo va más allá de la simple festividad: deja al descubierto una trama de conexiones y potenciales delitos que podría sacudir los cimientos del poder político en Santiago. ¿Hasta dónde llegarán las investigaciones? ¿Podría esta situación llevar a un cambio radical en la administración municipal? Las respuestas están aún por venir.