El pasado 20 de diciembre se cumplieron 15 años de la fatídica muerte de Brittany Murphy, una de las actrices más queridas de su generación, cuya vida terminó de forma misteriosa a la edad de 32 años.

Conocida por su carisma excepcional y su talento indiscutible, Brittany se convirtió en un ícono de los 90 y principios del 2000, destacándose en películas como Clueless (1995) y 8 Mile (2002). Sin embargo, su carrera prometedora se vio truncada por circunstancias inquietantes que han dejado al público con más preguntas que respuestas.

Antes de fallecer, Brittany estaba inmersa en la filmación de su última película, Something Wicked, en Eugene, Oregón. Durante ese tiempo, sus compañeros notaron su deterioro físico y emocional. La maquilladora de la película, Trista Jordan, afirmó que la actriz tenía un aspecto alarmante: "Sus piernas parecían de Bambi, y sus ojos estaban hundidos", revelando una preocupación generalizada entre el elenco.

Katie O’Grady, una colega y amiga, recordó que a pesar de su fragilidad, Brittany emitía una "profunda bondad". Era un alma sensible que, a menudo, se comportaba como una "pequeña ave" que necesitaba ser cuidada y protegida. La calidez de su corazón contrastaba con la creciente preocupación que suscitaba en el set.

Las últimas palabras de Brittany resonaron trágicamente el día que falleció. Colapsó en el baño de su hogar en Hollywood, donde vivía con su esposo, Simon Monjack, y su madre, Sharon. Antes de perder la conciencia, su madre oyó su angustiante súplica: "Mamà, no puedo respirar. Ayúdame". Su traslado al Centro Médico Cedars-Sinai fue demasiado tarde, y falleció a las 10:00 a.m. Una autopsia reveló que la causa de su muerte fue neumonía severa, complicaciones debido a anemia y toxicidad por múltiples medicamentos.

Los análisis exhaustivos realizados por la doctora Lisa Scheinin indicaron que una simple radiografía podría haber detectado la neumonía a tiempo. Pero su trágico destino no terminó ahí: cinco meses después, su esposo Simon Monjack también murió en la misma casa, bajo circunstancias similares. Esta coincidencia siniestra ha alimentado numerosas teorías de conspiración.

Una de las más inquietantes sugiere que una posible intoxicación por moho en su hogar pudo haber sido la causa de sus problemas de salud. Sin embargo, esta teoría fue desestimada por la doctora Scheinin tras no encontrar evidencia en sus pulmones ni órganos. Por el contrario, el padre de Brittany, Angelo Bertolotti, llegó a acusar a la madre de Brittany de envenenarla a ella y a su esposo; un escándalo que sigue vivo en los rumores y especulaciones.

En un giro todavía más escalofriante, Bertolotti solicitó una prueba de toxicología en el cabello de Brittany, obteniendo niveles elevados de metales pesados. Aunque los expertos sugirieron que estos metales podrían haber sido absorbidos a través de productos cosméticos, los misterios que rodean su muerte continúan generando debate.

A pesar de su trágica y prematura desaparición, el legado de Brittany Murphy persiste. Su contribución al cine y su singular personalidad aún resuenan en la memoria de sus admiradores. La sombra de su enigma despierta un interés constante, dejando a muchos preguntándose: ¿qué realmente le sucedió a Brittany Murphy?