La medicina hiperbárica, una especialidad aún poco comprendida por muchos, tendrá su espacio en el cuarto Congreso Nacional de Medicina Hiperbárica y Subacuática que se llevará a cabo el 21 y 22 de marzo en la Facultad de Medicina de Cádiz. Este congreso se propone dar a conocer las múltiples aplicaciones de esta técnica, esencial en el tratamiento de diversas patologías, desde la cicatrización de heridas hasta el tratamiento de intoxicaciones por monóxido de carbono y lesiones por radiación.

El Dr. Emilio Salas, coordinador del congreso y pionero en la instalación de una cámara hiperbárica en el hospital San Carlos de San Fernando, señala que uno de los principales desafíos es el escaso conocimiento que tiene incluso parte del personal médico sobre los beneficios de la oxigenoterapia hiperbárica. A día de hoy, Andalucía solo cuenta con una cámara hiperbárica en el Servicio Andaluz de Salud, lo cual es insuficiente considerando que es una región con un gran acceso al mar y donde la práctica del buceo es común.

El doctor Salas subraya que el congreso se dividirá en dos grandes áreas: por un lado, se abordará la medicina hiperbárica, y por otro, la medicina subacuática, con especial atención a los aspectos legales que surgen de los accidentes de buceo. Con el aumento en la popularidad del buceo, también se ha incrementado el número de litigios relacionados con accidentes y la responsabilidad de los profesionales de la medicina y del deporte.

Uno de los puntos críticos que se discutirán es la reciente eliminación del reconocimiento médico obligatorio para los buceadores, que ha generado un aumento en los accidentes. El Dr. Salas advierte que esto ha llevado a una preocupante cifra de mortalidad, señalando que aproximadamente un 25% de las muertes en buceo se dan entre personas que no deberían haber practicado este deporte debido a problemas de salud no detectados.

En el congreso, también se enfatizará la necesidad de poner en marcha más cámaras hiperbáricas en Andalucía, dadas las emergencias que pueden surgir durante la práctica del buceo y la escasa capacidad de evacuación disponible. Con acceso limitado a habitaciones hiperbáricas, los buceadores a menudo se enfrentan a situaciones críticas que podrían tratarlas de forma más efectiva si hubiera más recursos disponibles.

Además, el congreso ofrecerá sesiones educativas sobre las aplicaciones clínicas del oxígeno hiperbárico, que se utiliza para acelerar la recuperación de diversas enfermedades. La combinación de oxígeno puro a alta presión puede ser una solución vital para priorizar la salud de los pacientes que requieren este tratamiento.

El Dr. Salas concluye que el objetivo del congreso es concienciar tanto a los profesionales de la salud como a las autoridades sobre la importancia de invertir en más recursos y capacitación en medicina hiperbárica. La medicina hiperbárica tiene el potencial de salvar vidas y mejorar la calidad de atención, pero para eso se necesita educación, recursos y un cambio en la percepción de esta valiosa técnica.