El Real Betis, dirigido por Manuel Pellegrini, consiguió este sábado su pase a los octavos de final de la Copa del Rey, pero no sin una buena dosis de tensión. El equipo se impuso al Huesca por la mínima, gracias a un solitario gol de Isco Alarcón. Sin embargo, el encuentro estuvo marcado por dos goles anulados al equipo local por fuera de juego, lo que elevó la incertidumbre hasta el último instante.

Desde el pitido inicial, el Betis dominó el balón y el ritmo del juego, pero le costó romper el cerrojo defensivo del Huesca. En una jugada destacada, Vitor Roque falló una oportunidad clara a pocos minutos del descanso, fallando un disparo a un metro de la portería vacía. La afición se generó una oleada de nervios que solo aumentaría a medida que el partido avanzara.

En la segunda mitad, el Real Betis mostró su mejor versión. Con una marcha más en el juego, empezaron a desplazar el balón con estilo y propósito, aunque sin concretar muchas ocasiones claras. Isco Alarcón se convirtió en el eje del equipo, dirigiendo el juego y buscando constantemente la ruptura en la defensa rival.

El Huesca, en un final dramático, presionó en busca del empate. Con el tiempo casi agotado, lograron marcar un espectacular gol de chilena a través de Soko, pero las esperanzas del equipo fueron desvanecidas cuando el árbitro anuló el tanto por un claro fuera de juego. Una decisión que dejó a jugadores y aficionados en un estado de shock.

Con esta victoria, el Real Betis avanza en la Copa del Rey y se prepara para conocer su próximo rival en el torneo, mientras que el Huesca deberá replantear su enfoque en la competición. El camino hacia la gloria se vuelve cada vez más emocionante y, sin duda, los seguidores verdiblancos tienen mucho que esperar de su equipo.