La Ciencia del Sueño: Más que Suerte

Soñar con un sueño reparador ya no debe ser una cuestión de suerte, sino de una acertada gestión biológica. La farmacéutica Gemma Rubís nos introduce a un mundo donde el buen dormir se logra a través de hábitos simples que respetan el ritmo natural de nuestro cuerpo.

La Cena es Clave

Uno de los secretos más sencillos pero poderosos es la cena. Rubís recomienda adelantar la hora del último alimento del día y optar por opciones ligeras que no saturen la digestión. Comidas como calabaza, huevo o pescado blanco son ideales, ya que permiten que la melatonina, la estrella del sueño, trabaje sin interrupciones y disminuyen las interrupciones nocturnas.

Adiós a las Pantallas

Otro consejo crucial es el manejo de las pantallas. La famosa luz azul de los dispositivos interfiere con la producción de melatonina y causa insomnio. La solución mágica de Rubís es desconectar todos los dispositivos al menos una hora antes de dormir y regalarse unos minutos para leer un buen libro en papel que active el sistema nervioso parasimpático, promoviendo así la relajación.

Nutrientes que Nutren el Sueño

No es solo el ambiente; ciertos nutrientes juegan un papel vital. El magnesio en formas como bisglicinato o taurato, junto a compuestos naturales como el GABA, que se encuentran en el té verde y la pasiflora, promueven un sueño profundo y calman el sistema nervioso.

La Magia de la Luz Solar

No olvidemos la importancia del aire libre. Exponerse al sol por las mañanas ajusta nuestro reloj biológico y potencia la producción de melatonina por la noche. Con tan solo diez minutos de paseo bajo el sol, le enviamos al cuerpo la señal de que es de día, preparando así un descanso mucho más reparador.

Un Pilar Fundamental para la Salud

Para Gemma Rubís, dormir no es un lujo, es un pilar fundamental de nuestra salud física y mental. Cuidar nuestro sueño es cuidar la forma en la que nuestro cuerpo se recupera y se mantiene en equilibrio.