José Luis Repenning tomó una arriesgada decisión al intentar deshacerse de sus canas en una búsqueda por la eterna juventud, pero el resultado no fue el esperado. Ni sus amigos ni sus compañeros, incluyendo a Priscilla Vargas, quedaron impresionados. En un intento medio en broma, medio en serio, decidió teñirse el cabello y compartir su nuevo look a través de Instagram.

El resultado fue tan inesperado que algunos llegaron a compararlo con el popular rostro de la televisión Emeterio Ureta. A pesar de que sus compañeros optaron por no ser hirientes y guardaron silencio en una reunión en línea, Repenning pronto se dio cuenta que su atractivo residía en sus canas, no en un tono de pelo amarillo que no le favorecía.

"Ayer estaba en mi casa y pensé: '¿no será el momento de hacer un cambio?". Fue así como tomó una tintura de color castaño que encontró en la habitación de su hija. Pero, para su desilusión, el experimento no resultó bien. Durante la mañana siguiente, hizo su aparición en el programa 'Tu Día' con un gorro, dejando a todos en ascuas. Al final, se quitó el gorro y confesó que había vuelto a su color natural, afirmando que se sentía "ridículo".

En sus propias palabras, "mis canitas son mis canitas… me sentí que era otra persona". Las reacciones de sus colegas fueron compartidas entre risas y asombro. Priscilla Vargas, al descubrir el cambio, no dudó en llamarlo, cuestionando si todo era una broma. Sus amigos del colegio, por otro lado, no se contuvieron y le lanzaron comentarios burlones como "¿qué es eso?" y "¿qué onda perrito, Emeterio Ureta?", además de otros chistes que prefirió no repetir.

Resulta que la tintura que utilizó era temporal y se aplicó con un spray que se elimina fácilmente con agua. Él mismo comentó sobre el desastre que dejó en la ducha, diciendo: "Dejé la patá en la ducha". Este episodio ha generado un sinfín de reacciones en redes sociales, donde los seguidores han debatido sobre la importancia de abrazar la edad y la belleza natural. A pesar del revés, Repenning demuestra que no tiene miedo de experimentar, aunque el resultado no siempre sea el que espera. ¿Se atreverá a intentarlo de nuevo? ¡Solo el tiempo lo dirá!