En un fascinante intercambio sobre el envejecimiento cerebral, Diego Redolar, doctor en Neurociencia y profesor en la UOC, destaca que una parte significativa del deterioro cerebral es controlable por nosotros mismos. Formado en universidades de prestigio como McGill y Harvard, Redolar dirige la unidad de neuromodulación y neuroimagen del Instituto de Neurociencias Brain360. Recientemente, ha lanzado su nuevo libro titulado *La mujer ciega que podía ver con la lengua*, donde desvela qué podemos hacer para mantener nuestra mente aguda y combatir la pérdida de capacidades cognitivas.

"Cada día, tenemos la oportunidad de implementar acciones que benefician nuestra salud cerebral, lo que se traduce en un mejor funcionamiento cognitivo y un estado de ánimo más equilibrado", explica Redolar. Este concepto no es nuevo; se ha investigado extensamente desde el famoso Estudio de las Monjas de David Snowdon en los 90, el cual reveló la conexión entre hábitos de vida saludables y un envejecimiento cerebral más óptimo.

Uno de los grandes enemigos de nuestra salud cerebral es el estrés. "El cortisol, la hormona del estrés, tiene efectos negativos en diversas áreas del cerebro. Afecta la corteza prefrontal y el hipocampo, lo que puede llevar a deficiencias en la memoria y en las funciones ejecutivas”, añade Redolar. Al mantener el estrés bajo control, no solo salvaguardamos nuestras capacidades cognitivas, sino que también protegemos nuestra salud emocional.

Un hallazgo interesante en el libro es el papel crucial del apoyo social. La interacción social no solo ayuda a mitigar el estrés, sino que también fortalece nuestro sistema inmunológico y mejora nuestro estado general de salud, lo cual es esencial para un envejecimiento cerebral saludable.

Las investigaciones han demostrado que prácticas como la meditación, el yoga y la actividad física tienen un impacto positivo impresionante en la estructura cerebral. Redolar señala que "incluso caminar 30 minutos al día puede estimular la neurogénesis, es decir, la formación de nuevas neuronas en el hipocampo". Esto es vital, ya que un hipocampo sano es esencial para la memoria y el aprendizaje.

Además, la actividad sexual positiva juega un papel no solo en la conexión emocional, sino también en la salud cerebral. Redolar sugiere que las relaciones sexuales con una pareja adecuada pueden mejorar los vínculos y reducir el estrés, contribuyendo a un mejor bienestar cerebral y emocional.

Otro componente crítico es el sueño. "Dormir bien permite a nuestro cerebro deshacerse de la acumulación de residuos metabólicos y reorganizar conexiones neuronales", advierte. Sin un sueño reparador, el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, aumenta significativamente.

Finalmente, la alimentación es otro pilar fundamental. Redolar enfatiza la importancia de los ácidos grasos omega-3 y los antioxidantes, los cuales tienen evidencia científica que respalda su efecto beneficioso para el cerebro. Con una dieta adecuada, junto con buenos hábitos de vida, es posible crear lo que él llama 'reserva cognitiva', que nos protege contra el deterioro cognitivo en la vejez.

La conclusión es clara: al incorporar hábitos saludables a lo largo de nuestras vidas, no solo podemos mejorar nuestra calidad de vida, sino también aumentar nuestras probabilidades de envejecer con un cerebro más sano y en plena forma. ¡Es hora de empezar a cuidar de nuestro cerebro! ¡Tu futuro te lo agradecerá!