La alcaldesa de La Serena, Daniela Norambuena, no pudo ocultar su frustración tras la reciente suspensión del partido de la Supercopa entre Colo Colo y Universidad de Chile, que debía llevarse a cabo en su comuna. La alcaldesa calificó este revés como un verdadero "papelón" y una dura derrota para la ciudad.

A pesar de que el municipio había cumplido con rigurosas exigencias de seguridad, la ANFP anunció la cancelación del evento a través de un comunicado, dejando a muchos aficionados consternados. Norambuena afirmó: "Aquì los delincuentes ganan, y finalmente La Serena pierde una oportunidad increíble de albergar una final de la Supercopa con dos importantes equipos de fútbol profesional".

La alcaldesa destacó que se realizaron "todos los esfuerzos posibles", teniendo en cuenta la difícil situación financiera del municipio. Se movilizaron recursos significativos para asegurar que el estadio La Portada cumpliera con todas las recomendaciones de seguridad requeridas.

El evento, programado para el 25 de enero en el Estadio La Portada, se encontraba bajo intenso escrutinio. La municipalidad llevó a cabo numerosas reuniones con Carabineros y otras autoridades, pero a pesar de estos esfuerzos, se tomó la dura decisión de cancelar el partido.

"Lamentamos profundamente esta situación porque surge una pregunta crucial: ¿Qué haremos cuando Colo Colo quiera venir a jugar a La Portada? ¿Actuaremos con el mismo temor ante futuras amenazas de delincuencia? Esta realidad es insostenible. Las bandas criminales están tomando el control y no podemos permitir que estas decisiones se tomen por miedo", añadió una visiblemente afectada Norambuena.

La controversia sobre la suspensión se intensificó con acusaciones cruzadas entre la ANFP y el Gobierno. La ANFP culpó a la Delegación Presidencial de Coquimbo por la cancelación, argumentando que no contaba con las autorizaciones necesarias para proceder con el partido. Sin embargo, Galo Luna, la autoridad regional de Coquimbo, desmintió estas afirmaciones, asegurando que el partido estaba autorizado y que no había ninguna solicitud de suspensión.

La desafortunada suspensión ha dejado a los aficionados y a funcionarios locales preguntándose sobre el futuro de los eventos deportivos en la región. Las palabras de la alcaldesa resonaron en muchos: "No podemos dejar que el miedo gobierne nuestras decisiones y nuestro amor por el deporte. La Serena merece ser un pilar del fútbol chileno". Este episodio ha abierto un debate sobre la seguridad en eventos deportivos, poniendo en tela de juicio la capacidad del sistema para proteger tanto a los espectadores como a los jugadores.