Un guerrero de leyenda resucita de las sombras de la historia

Imagina un hombre de más de dos metros, liderando tropas en la Edad del Bronce: esto no parece sacado de una película, sino de la vida real. Arqueólogos en Azerbaiyán han confirmado la existencia de esta figura monumental.

Hallazgo impactante en Ceyranchol

En las ventosas llanuras de Ceyranchol, cerca de Georgia y Armenia, se descubrió la tumba de un guerrero que medía 2,03 metros al momento de su muerte, alrededor del año 1800 a.C. Este hallazgo, dentro de un túmulo de 28 metros de diámetro, desvela no solo su estatura impresionante, sino también su estatus como líder militar.

Una presencia imponente en tiempos antiguos

Con una altura que lo hacía notable en una época donde los hombres eran considerablemente más bajos, este guerrero probablemente utilizó su extraordinaria estatura para consolidar su poder político y militar en el Cáucaso.

Una conexión espiritual con el más allá

El descubrimiento tuvo lugar en la reserva histórica de Keshikchidagh, un área repleta de cuevas naturales y fortalezas talladas en roca. La cámara funeraria del guerrero estaba dividida en tres secciones, cada una reflejando creencias complejas sobre la muerte: una contenía su cuerpo y armas, otra vasijas de cerámica, y la tercera, vacía, simbolizaba lo desconocido.

Rituales elaborados y tesoros sorprendentes

El guerrero fue hallado en una posición semiflexionada, sosteniendo una rara punta de lanza de bronce de cuatro dientes, lo que indica su alto rango. Además, su ajuar funerario estaba enriquecido con adornos de bronce, cuentas de vidrio y herramientas de obsidiana, además de 12 jarras de cerámica decoradas.

Preparativos para la otra vida

Algunas jarras contentían huesos de animales cocinados, considerados como 'comida para la otra vida'. Esto sugiere que no solo era un líder militar, sino también una figura de gran prestigio, que requería una ceremonia funeraria especial.

Un proyecto monumental de exploración

Las excavaciones, lideradas por Shamil Najafov del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de Azerbaiyán, forman parte de un ambicioso proyecto de cinco años, con la participación de más de dos mil académicos y voluntarios, que buscan desenterrar cientos de tumbas similares.

Un legado que invita a la reflexión

El descubrimiento de este guerrero gigante no solo ilumina el pasado de Azerbaiyán, sino que también nos invita a reflexionar sobre los antiguos rituales y la jerarquía social que definieron a las civilizaciones de la Edad del Bronce.