
¡Descubren un linaje humano desconocido en el antiguo Sábado Verde del Sáhara!
2025-04-07
Autor: Isidora
Hace entre 14,500 y 5,000 años, durante el Periodo Húmedo Africano, el norte de África, incluido el Sáhara, era una vasta sabana verde, repleta de ríos, lagos y abundante vida silvestre. Este paraíso natural no solo facilitó la vida humana, sino que además propició la expansión de las prácticas de pastoreo en la región, rompiendo con el mito de un desierto inhóspito y estéril.
Los habitantes del Sáhara Verde, considerados los primeros pastores de África, aún tienen un origen enigmático. ¿Fue el pastoreo un fenómeno traído por migrantes del suroeste de Asia, o se generó de manera independiente entre las comunidades locales de cazadores-recolectores?
Hasta ahora, el estudio de este emocionante capítulo de la historia de África ha sido un verdadero dolor de cabeza para los investigadores, debido a las duras condiciones climáticas del Sáhara que complican la conservación del ADN antiguo. Pero recientemente, un equipo internacional dirigido por el Instituto de Antropología Evolutiva Max Planck de Leipzig ha presentado un avance sorprendente: el análisis genómico de dos mujeres de hace 7,000 años cuyos restos fueron encontrados momificados en la cueva de Takarkori, al sureste de Libia. Este hallazgo fue publicado en la prestigiosa revista *Nature*.
Mientras que investigaciones anteriores se centraron en el ADN mitocondrial de estas mujeres, el nuevo estudio empleó avanzadas técnicas para obtener ADN nuclear, que proporciona una imagen mucho más completa de su ancestría, heredada de ambos progenitores.
Al comparar sus hallazgos con los genomas de 795 individuos actuales y 117 antiguos de África, el equipo hizo una fascinante revelación: las mujeres de Takarkori pertenecían a un linaje genético norteafricano hasta ahora desconocido, que se separó de las poblaciones subsaharianas hace alrededor de 50,000 años, durante la salida de los humanos modernos de África. Este linaje permaneció aislado por la mayor parte de su historia, y aunque ha desaparecido en su forma pura, su ascendencia sigue vigente en la población actual de norteáfrica.
Estas mujeres no solo compartían un vínculo genético con los habitantes de Takarkori, sino que también presentaban estrechas conexiones con recolectores de 15,000 años de antigüedad que habitaban la cueva de Taforalt en Marruecos. Este dato sugiere que, a pesar del florecimiento de la vegetación en el Sáhara, el flujo genético entre las poblaciones del norte y del sur del continente siguió siendo bastante limitado, un hallazgo sorprendente que contradice teorías anteriores.
En cuanto al ADN neandertal, los resultados muestran que los individuos de Takarkori poseen diez veces menos ADN neandertal que las personas de fuera de África, aunque más que los africanos subsaharianos contemporáneos, lo que sugiere un intercambio genético mínimo.
Nada Salem, primera autora del estudio, señala que estos descubrimientos desafían las nociones previas acerca de la historia de la población norteafricana, evidenciado la existencia de un linaje genético profundamente aislado. Esta investigación no solo proporciona un entendimiento más claro sobre el pasado, sino que también arroja luz sobre la forma en que el pastoreo se expandió en el Sáhara Verde, posiblemente a través de intercambios culturales en lugar de grandes migraciones.
Por su parte, David Caramelli, coautor del estudio, enfatiza la importancia del ADN antiguo en la reconstrucción de la historia humana en regiones como el centro-norte de África, brindando un respaldo fuerte a las hipótesis arqueológicas.
Al destapar los secretos del Sáhara, el impacto de este hallazgo podría ser trascendental, revolucionando nuestra comprensión acerca de cómo las antiguas poblaciones se adaptaron y evolucionaron culturalmente. Sin duda, los ecos de estas investigaciones resonarán en el mundo académico y más allá, abriendo nuevos caminos y revelando el complejo entramado de nuestra historia compartida.