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¡Descubre el país de América Latina que EE. UU. quiere transformar en el próximo gigante tecnológico y superar a China!

2025-01-12

Autor: Benjamín

En la actualidad, Estados Unidos está enfrentando una dependencia crítica de la producción de microchips en China, vital para sectores que van desde la fabricación de teléfonos celulares hasta la industria militar, incluyendo aviones de combate.

Sin embargo, la potencia norteamericana ha decidido que es momento de diversificar sus fuentes de producción y ha puesto su mirada en América Latina, donde ha identificado a un país centroamericano como un potencial líder en el ámbito de la innovación tecnológica.

Este país se perfila para convertirse en el nuevo Silicon Valley de la región, ofreciendo oportunidades únicas para el desarrollo de la tecnología y un papel crucial en la producción de microchips sustentados por inversiones estadounidenses.

¿Quién es el afortunado? ¡Todo apunta a Costa Rica!

Elegido por su ambiente favorable para los negocios, Costa Rica se ha convertido en el objetivo de importantes inversiones. La reconocida empresa Applied Materials, especialista en semiconductores, ha decidido establecer una Oficina de Servicios Globales (GBS) en el país centroamericano, comenzando operaciones en 2025.

La empresa se asentará en Heredia, donde espera fortalecer su cadena de suministros, y ha prometido inicialmente generar 100 empleos, con planes de crecimiento significativo en el futuro. Las razones detrás de esta elección son diversas: Costa Rica cuenta con una infraestructura avanzada, una fuerza laboral altamente calificada, y atractivos incentivos fiscales gracias a la Ley de Chips de Estados Unidos, que busca incentivar la fabricación local.

Este movimiento no solo permitirá a Estados Unidos reducir su dependencia de China, sino que también podría posicionar a Costa Rica como un centro neurálgico para la tecnología en toda América Latina, abriendo las puertas a un futuro económico brillante.

Finalmente, podría decirse que el destino de Costa Rica como la próxima potencia tecnológica podría ser un cambio de juego tanto para la nación centroamericana como para la economía de Estados Unidos en la batalla global de la tecnología.