En un mundo lleno de estrés y constantes distracciones, encontrar un hobby puede ser una inversión altamente poderosa en nuestra salud mental. Médicos y psicólogos han estado insistiendo durante años en la importancia de las aficiones para mejorar nuestra calidad de vida, y múltiples estudios respaldan esta afirmación. Cuando pensamos en hobbies, no solo hablamos de entretenimiento; estas actividades tienen el potencial de relajarnos, mantenernos mentalmente activos y mejorar nuestras relaciones sociales.

¿Te has oído hablar de la arte-terapia? Este enfoque utiliza actividades como la escritura, la danza, la música y la pintura para abordar problemas emocionales y mentales. Sin embargo, hay una actividad muy sencilla y accesible que destaca por sus múltiples beneficios: el crochet. ¿Te atreves a intentarlo?

El crochet: mucho más que un simple pasatiempo

Quizás lo viste practicando a tu abuela, pero el crochet ha resurgido como una tendencia popular en las redes sociales. Este antiguo arte no solo es relajante, sino que un estudio de la Universidad de Cardiff ha demostrado que tiene un impacto significativo en el bienestar emocional y la calidad de vida. ¿Por qué? Porque tejer activa neurotransmisores en el cerebro, manteniéndolo ágil y alerto. Este descubrimiento ha llevado a que algunas escuelas incluyan el crochet como actividad extracurricular, especialmente después de la pandemia, que ha agudizado las preocupaciones sobre la salud mental a nivel global.

La popularidad del crochet ha aumentado gracias a la ayuda del boca a boca y las redes sociales, creando una comunidad vibrante que fomenta la interacción social y la creatividad, esenciales para nuestro bienestar psicológico.

Una actividad social y creativa

Aunque el crochet pueda parecer una actividad solitaria, en realidad es sorprendentemente social. Intercambiar materiales, patrones e ideas, así como compartir resultados, ha demostrado fortalecer los lazos entre quienes practican esta afición. Las tiendas de lanas, talleres y comunidades online se han convertido en auténticos puntos de encuentro, ofreciendo una solución contra la soledad, un problema que ha sido declarado de salud pública por la OMS.

Estas interacciones son cruciales para establecer relaciones sólidas y fomentar un sentido de pertenencia. Por si fuera poco, practicar crochet puede llevarte a un estado de “flujo mental”, esa sensación placentera de estar completamente inmerso en una actividad que nos brinda alegría y a la vez claridad mental.

Beneficios adicionales del crochet

Si aún no estás convencido de aprender a tejer, acá hay más buenas noticias: el crochet también tiene beneficios físicos y mentales. Además de ayudar a reducir niveles de ansiedad y estrés, esta práctica ha demostrado mejorar la motricidad fina, lo que es especialmente valioso a medida que envejecemos. También se ha asociado con una mejor regulación del sueño, recibimientos de endorfinas y la satisfacción de crear algo tangible que puede ser utilizado o regalado.

¡Así que no esperes más! Si quieres transformar tu vida emocional y física, ¡2025 puede ser el año en que aprendas a tejer y descubras un mundo lleno de posibilidades!