Las resoluciones de Año Nuevo nos suelen llevar a plantearnos metas personales: aprender un nuevo idioma, dejar de lado las compras impulsivas o mejorar nuestros hábitos de sueño. Sin embargo, un cambio de perspectiva podría revelarse mucho más poderoso para nuestra felicidad y bienestar. En lugar de centrarnos solamente en nosotros mismos, ¿qué pasaría si enfocáramos nuestras metas en nuestras relaciones con los demás?

Stephanie Harrison, fundadora de The New Happy, ha mencionado que nuestra cultura suele ver la felicidad como un objetivo individualista, como si la felicidad se pudiera alcanzar únicamente a través de esfuerzos propios. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que nuestras relaciones interpersonales son clave para nuestro bienestar emocional. Estudios han mostrado que el apoyo social no solo protege contra la depresión, sino que también promueve la salud física y añade un sentido de propósito a nuestras vidas.

Pregunta: ¿Cómo puedes ayudar a los demás?

Emma Seppälä, psicóloga de renombre, sostiene que las personas más felices son aquellas que combinan la compasión hacia los demás con la autocompasión. Ofrecer ayuda a otros, incluso en pequeñas dosis, puede enriquecer nuestra propia vida. Harrison sugiere que un buen comienzo podría ser ser consciente de cómo recibimos ayuda y, a la vez, intentar ayudar a otros. Actividades tan simples como enviar un mensaje de aliento a un amigo o asistir a un vecino en sus tareas pueden proporcionar una fuerte dosis de positivismo en nuestras vidas.

Conviértete en un experto en conexiones

Las pequeñas interacciones diarias, como charlar con un extraño, pueden ser una forma sencilla de mejorar nuestro bienestar. Elizabeth Earnshaw, terapeuta de relaciones, aconseja que practicar estas conversaciones puede no solo ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos sociales de Año Nuevo, sino también a sentirnos parte de una comunidad más amplia.

De la meta individual a la colectiva

Para transformar un objetivo personal en uno compartido, Earnshaw recomienda involucrar a personas cercanas en el proceso. Esto podría significar pactar un tiempo para verse con un amigo o planear actividades conjuntas con familiares. Establecer metas colectivas no solo aumenta nuestras posibilidades de éxito, sino que también consolida lazos emocionales.

Crea momentos significativos

Finalmente, como dijo Harrison: 'Concentrarse en los demás podría ser la clave hacia un 2025 más feliz y significativo'. Crear momentos de conexión, ya sea a través de reuniones familiares, encuentros con amigos o incluso actos de bondad aleatorios, puede resultar en un incremento sólido de nuestra felicidad. Al reflexionar sobre el año que hemos vivido, es valioso recordar que nuestra felicidad está entrelazada con la de los demás. ¡Así que prepárate para un nuevo año y haz que cada interacción cuente!