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De un horroroso juego a un crimen indescriptible: la condena que enfrentan un sádico y su joven cómplice

2024-09-27

A inicios de 2023, un crimen atroz sacudió la comunidad de Punta Arenas, específicamente en la población Nelda Panicucci. Este escalofriante caso destapó la realidad brutal de una noche en la que la vida de un joven de 21 años fue arrebatada de la forma más violenta imaginable.

Los primeros reportes de la policía indicaron que, durante una reunión social en la madrugada del 14 de enero, un grupo de personas se encontraba consumiendo alcohol. En un giro siniestro, uno de ellos comenzó a agredir a la víctima, Roberto Verdugo Vargas, utilizando un arma blanca, causándole múltiples heridas mortales.

Lo desgarrador no se detuvo ahí; el agresor procederá a desmembrar el cuerpo del joven, esparciendo partes de él por el interior de la vivienda, dejando una escena que parece sacada de una película de terror.

La locura del crimen continuó cuando el autor, Adalio Mancilla de 30 años, en un acto de desesperación, confesó el asesinato a su madre. Sin dudar, ella alertó a Carabineros, lo que llevó a su detención.

Adalio Mancilla tenía un pasado criminal oscuro, con dos condenas por homicidio previas. En 2015, mató a un amigo con un cuchillo, y en 2009, estuvo involucrado en el asesinato de un vecino en Punta Arenas, cuando solo tenía 15 años. A pesar de sus antecedentes, se encontraba en libertad condicional.

El padre de la víctima, Roberto Verdugo Medina, expresó su dolor y frustración por el sistema judicial que permitió la liberación de un criminal tan peligroso. "Mi hijo no merece haber vivido una muerte tan cruel. Esta situación es culpa de un sistema que deja salir a quienes deberían permanecer tras las rejas", declaró en medios locales.

Según el relato oficial, la noche del crimen, Verdugo se encontraba con amigos y no regresó a casa en el tiempo habitual, lo que generó preocupación en su familia. Fue un llamado posterior de un amigo el que desató la alarma sobre su desaparición.

En un giro aún más escalofriante, a tres días después del asesinato, la policía capturó a un segundo implicado: Fabián Peña, sobrino de Mancilla, de tan solo 19 años. Las investigaciones revelaron que él también estuvo presente durante el ataque, actuando con una inhumana indiferencia mientras su tío sometía a la víctima a un sufrimiento aterrador.

Los detalles del crimen son perturbadores. Tras invitar a Roberto a consumir alcohol, la situación se tornó violenta. Mancilla, en un momento de locura, comenzó a apuñalar al joven con un cúter al igual que con otros objetos cortantes. Fabián, lejos de ayudar, se mantuvo como cómplice.

Durante las audiencias, se confirmaron los métodos utilizados para mutilar el cuerpo del joven: cuchillos, machetes, hachas, y más elementos, lo que acentuó la brutalidad del acto. La defensa de Mancilla solicitó medidas especiales de seguridad debido a las amenazas que él alegaba recibir, lo cual fue sufriéndolo bajo fuerte custodia.

Familias y amigos de la víctima claman justicia y reforman el sistema que permitió que delincuentes como Mancilla y Peña pudieran actuar con tal impunidad. El próximo 16 de octubre se llevará a cabo una audiencia crucial que podría definir el rumbo de este caso horroroso. Los ciudadanos de Punta Arenas esperan que la justicia sea servida y que tales atrocidades no se repitan en el futuro.