Cada noche, miles de personas se arropan junto a sus fieles compañeros de cuatro patas. Lo que parece una simple rutina hogareña se ha convertido en un escape del estrés diario para muchos. La melodía tranquila de la respiración de un perro o el calor reconfortante de un gato pueden crear un ambiente ideal para relajarse y dejar atrás los problemas.

El Dr. Brian N. Chin revela un hallazgo impactante

El Dr. Brian N. Chin, profesor de psicología en Trinity College, ha publicado un estudio revelador en la revista Scientific Reports. Su investigación indica que dormir con perros puede estar más relacionado con una peor calidad de sueño y el incremento de síntomas de insomnio, mientras que tener a un gato en la cama parece no tener el mismo impacto negativo.

Un estudio con resultados reveladores

El análisis se llevó a cabo a través de encuestas a 1.591 adultos en Estados Unidos, de los cuales 758 admitieron compartir su dormitorio con mascotas. Los resultados son sorprendentes: aquellos que dormían con perros reportaron una percepción más negativa de su descanso, un aumento en la severidad del insomnio y más interrupciones nocturnas en comparación con quienes no compartían su sueño con caninos.

Los gatos, los grandes aliados del descanso

Interesantemente, dormir con gatos no trajo problemas similares; de hecho, en algunos casos, se asoció a una leve mejora en la eficiencia del sueño. Esto plantea la pregunta: ¿son los perros los culpables de nuestras noches inquietas?

Cantidad de mascotas y calidad de sueño

El estudio también destaca que el impacto negativo no está relacionado con el nivel de apego emocional hacia la mascota, sino con el tipo de animal y su cantidad. Más mascotas en la cama no solo está asociado con un insomnio más severo, sino que tampoco muestra un efecto positivo en otros aspectos de salud del sueño.

Así que la próxima vez que decidas compartir tu cama con tu amigo peludo, ¡piensa bien si es la mejor decisión para tu descanso!