En un emotivo giro de los acontecimientos, María Luisa Godoy compartió este lunes su angustiante experiencia tras ser sometida a una intervención debido a un diagnóstico de melanoma maligno, un tipo de cáncer de piel cuya detección temprana es crucial para poder combatirlo adecuadamente.

El melanoma se origina en los melanocitos, las células responsables del color de la piel, y aunque es menos común que otros tipos de cáncer de piel, su peligrosidad radica en su capacidad de diseminarse rápidamente a otras partes del cuerpo si no se trata a tiempo. Durante una entrevista con Revista Velvet, la comunicadora confesó: "Me angustiaba mucho pensar en un mal escenario para mis niños y sentí que la muerte me pasó por la nariz".

Afortunadamente, María Luisa confirmó en una conversación con Las Últimas Noticias que su estado de salud ha mejorado y que actualmente no presenta ningún problema. "Hoy estoy bien, no tengo nada. Esta experiencia me ha recordado lo vital que es el autocuidado, como revisarse los lunares y hacerse exámenes regulares", enfatizó.

Con la sinceridad que la caracteriza, reveló que le cuesta pedir ayuda y que suele enfrentar momentos difíciles en su programa, donde, al recibir resultados de exámenes, se emociona y tiene que pasarlos a su colega Eduardo Fuentes para que los lea.

El vínculo especial entre Cristian Arriagada y María Luisa Godoy

En este entorno de apoyo y solidaridad, Cristian Arriagada, cirujano plástico y viudo de la periodista Javiera Suárez, también compartió su perspectiva sobre la relación con Godoy. Arriagada expresó su admiración por cómo María Luisa ofrece soporte no solo a él, sino también a su familia en momentos difíciles, recordando el apoyo que brindó durante la enfermedad de su difunta esposa.

"Ella siempre ha sido un gran soporte y ha estado allí para mí y para la familia cuando más lo necesitamos. Cuando me llamó para hablar sobre su diagnóstico, nuestra primera conversación fue centrada en la parte médica, tratando de orientarla lo más rápido posible", relató Cristian, quien también subrayó la admirable energía que demuestra María Luisa, especialmente considerando las responsabilidades que tiene con sus hijos.

Con un llamado a la reflexión sobre la importancia de la salud y el autocuidado, esta historia de apoyo entre colegas resalta no solo los desafíos del cáncer, sino también la fuerza de las relaciones humanas en tiempos de crisis. Sin duda, un recordatorio para todos de que nunca es tarde para cuidar de nosotros mismos y de los que amamos.