La situación de hacinamiento en Santiago ha alcanzado niveles críticos, donde los problemas sanitarios, eléctricos y de convivencia están afectando la vida diaria de los residentes de un edificio en la comuna. Este drama emerge en un lugar que fue diseñado originalmente para albergar a 1.700 personas, pero que actualmente acomoda a más de 2.800, lo que genera un estrés inaguantable y angustiosas filas para acceder a lo que antes eran comodidades básicas.

Ubicado en la esquina de calle Santa Rosa con Porvenir, el edificio ha visto cómo sus residentes deben esperar hasta 30 minutos para poder entrar en uno de los ascensores. Paula Saleh, administradora del condominio, ha revelado que muchos departamentos son subarrendados y algunos albergan hasta ocho personas, cuando deberían estar ocupados por un máximo de cuatro. Las condiciones son tan precarias que algunos residentes han tenido que improvisar espacios de vida con colchonetas y literas, convirtiendo los dormitorios en verdaderos refugios de hacinamiento.

"Es un problema grave de hacinamiento y hemos tenido que implementar medidas debido al colapso de espacios comunes. Por ejemplo, para usar la piscina, hay que asignar turnos," indica Saleh. Las reservas se manejan por colores, lo que permite a los residentes disfrutar de la piscina en condiciones organizadas dentro de la caótica rutina diaria.

Sin embargo, el auténtico desafío sucede en los ascensores. Durante las horas pico, especialmente entre las 19:30 de lunes a jueves, los residentes se ven obligados a esperar tiempos excesivos. "En esos momentos, puedes estar media hora esperando el ascensor, lo que es inaceptable para la vida moderna," denuncia una de las afectadas.

A esta complicada situación se añade el problema del estacionamiento, ya que las áreas designadas para visitas son insuficientes, lo que causa tensión en la convivencia. La falta de un plan urbanístico efectivo ha llevado a esta consecuencia de sobrepoblación, y los habitantes claman por soluciones urgentes ante las autoridades competentes.

No cabe duda de que este drama refleja la necesidad de una intervención inmediata para mejorar las condiciones de vida de miles de personas que enfrentan una realidad insostenible en la capital chilena.