Los incendios en el condado de Los Ángeles han causado estragos, reportando al menos diez muertes y arrasando más de 10,000 estructuras, mientras los agotados bomberos luchan intensamente contra las llamas avivadas por vientos violentos.

Kristin Krowley, jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, expresó en una rueda de prensa: “Nuestros bomberos están haciendo un esfuerzo titánico. Tras 25 años en este trabajo, no he presenciado nada igual. Están completamente fatigados, pero les aseguro que nunca se rendirán”.

Los autoridades confirmaron el jueves la muerte de dos nuevas víctimas, sumadas a las cinco del día anterior, en el foco de incendio más crítico localizado en Palisades, una zona acomodada donde el precio promedio de las casas supera los tres millones de dólares. Sin embargo, la cifra de decesos se elevó a diez por información del médico forense del condado durante la noche del mismo día.

El fuego ha arrasado más de 5,000 viviendas y se ha extendido a unas 8,084 hectáreas, con solo un 6% de contención logrado, reporta el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, Cal Fire. Desgraciadamente, el número de víctimas podría aumentar a medida que los equipos evalúan los daños.

Aparte de eso, otro incendio devastador en Altadena, conocido como el incendio de Eaton, ha cobrado la vida de cinco personas, dejando a las autoridades alarmadas por la magnitud de la crisis.

Este miércoles se inició un nuevo incendio llamado Kenneth cerca de la frontera del condado de Los Ángeles y Ventura. Este rápido avance ha consumido 388 hectáreas, llevando a las autoridades a emitir órdenes de evacuación obligatorias en la zona.

El Departamento de Policía de Los Ángeles investiga este incendio como un posible caso de incendio provocado, con una persona arrestada como sospechosa. La situación se ha vuelto tan grave que, además de las llamas, se han reportado secuestros y robos en las áreas evacuadas. Para contrarrestar esto, se ha implementado un toque de queda desde las 18:00 hasta las 6:00 horas locales, con aproximadamente 20 personas ya detenidas por posibles robos.

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, enfatizó: “Tendremos cero tolerancia con quienes se atrevan a saquear propiedades durante este caos”. Además, se ha informado que alrededor de 400 miembros de la Guardia Nacional de California se desplegarán para ayudar a proteger la infraestructura.

El gobierno de Biden ha prometido financiar completamente las acciones que California tome para combatir estos incendios, aliviando a las autoridades estatales de asumir esos costos.

Además, las autoridades han emitido advertencias sobre la mala calidad del aire en la región. Como resultado del humo de los incendios, el índice de calidad del aire (AQI) superó los 160, considerado "insalubre", lo que llevó a las escuelas y universidades a cancelar las clases por el resto de la semana en una región con cerca de 10 millones de habitantes.

Las esperanzas de controlar el avance de las llamas dependen de la disminución de los vientos de Santa Ana, que alcanzaron ráfagas de hasta 160 kilómetros por hora. Los pronósticos de condiciones climáticas adversas continuarán, y se prevé que las advertencias se mantendrán hasta al menos este viernes.